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Noticias Siniestros Destacado 21 JUN 2017

Increíble: Otro incendio mató a dos hermanitos en una casilla

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Sucedió esta vez en Villa Vengochea, cuando en la noche de ayer se inició el fuego en una casa en la cual dormían dos nenes mientras eran cuidados por una niñera, que pudo escapar pero no logró salvarlos. Hace apenas dos días murió un nene en circunstancias similares, en Barrio Güemes.Los bomberos salieron de urgencia pasadas las 23 hs a un incendio de vivienda ubicado en Villa Vengochea, en la calle Encina, entre Pueyrredón y Urquiza. En el lugar, una casa parcialmente de material y de madera se estaba consumiendo. Menos de una hora más tarde, empezaban a llegar las fatídicas novedades respecto de la muerte de dos nenes en el lugar.El incendio fue inmediato y redujo a cenizas toda la casa. El incendio fue inmediato y redujo a cenizas toda la casa. Este siniestro es bastante complejo porque hubo múltiples fuentes con versiones distintas, incluso se llegó a hablar de una tercera víctima, pero en esta nota se reflejará lo que dice la causa oficial, tratando de darle un marco más preciso de lo que tiene la justicia hoy. Según consta de las declaraciones, el Comando de Patrullas (CPC) llegó a las 23:30 hs al lugar, estaban los bomberos trabajando y se había constatado la existencia de dos cuerpos sin vida, calcinados en el interior de la vivienda. La mayoría de lo que era el hogar, había sido reducido a cenizas. La casilla de madera constaba de una cocina-comedor, dos dormitorios y un baño. La dueña de la casa, Carla Micaela Cisneros (29), no se encontraba presente, según las declaraciones, porque desde las 20:30 hs se había retirado para ir a trabajar en el hospital Bocalandro, del distrito de Tres de Febrero. Por esta razón, había dejado a sus dos hijos, Álvaro Leonel Primerano (9) y Franco Ivan Primerano (7) bajo el cuidado de una vecina del barrio, de nombre Melanie Aylén, de 18 años. Según declaró la adolescente, ella se había acostado junto a los dos menores en el mismo dormitorio y dejó encendida una estufa eléctrica, pero momentos más tarde se despertó sofocada por el calor y el fuego que había generado un incendio que arrancó en una cortina de tela que estaba en la puerta del dormitorio, que se había encendido por la estufa. Ante la situación, ella decidió romper el vidrio de una ventana y al hacerlo, dijo que se avivó el fuego, lo que llevó a que ella no pudiera sacar a los dos chiquitos con ella. Luego de la constatación del fallecimiento, en el lugar hubo mucho revuelo cuando llegaron los padres. Hubo escenas de violencia durante la madrugada cuando la familia del padre y la de la madre se encontraron en el lugar. Dependiendo de las fuentes que se comunicaron, las versiones son diversas, pero lo concluyente es que era una separación conflictiva que con este hecho desgraciado obviamente terminó mucho peor y varios fueron los que en un corto lapso terminaron a los golpes, incluso con una persona tendida en el suelo recibiendo patadas en la cabeza.Al momento no hay elementos que indiquen alguna cuestión más que lo accidental. La causa quedó a cargo de la UFI N°10 y mucho de lo que pase se determinará por las pericias. Lo concreto es que en sólo dos días se perdieron tres vidas de chicos en el distrito a causa de incendios accidentales, en zonas carenciadas y con el problema de la falta de conocimiento de la mayoría de la población respecto de la prevención y del accionar cuando se encuentran en medio de un incendio. Como aclaramos en la nota del lunes, sobre los fallecidos en Güemes y Altos del Oeste de los últimos años, remarcamos nuevamente, que no hay un foco político en al menos morigerar la cuestión. No hay campañas de difusión de prevención ni de cómo actuar en medio de un incendio ni tampoco se debate a nivel legislativo plantear capacitaciones especialmente apuntadas a las zonas vulnerables, donde hay mayoría de casas de madera, sin protecciones e instalaciones eléctricas precarias que justamente aceleran el avance del fuego y limitan las chances de escape de los ocupantes. Hoy, por la falta de políticas preventivas y la cuota azarosa de desgracia, ya llevamos perdidas al menos ocho vidas de nenes en cuatro años y varios adultos también.
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