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En lo que significa sin dudas uno de los triunfos más importantes del Gobierno con su idea de la reforma laboral, la flexibilización laboral es una realidad en el sector lechero.
El pasado lunes 30 de octubre, el mismo día que el presidente Mauricio Macri presentó el paquete de reformas en el Centro Cultura Kirchner, en el Ministerio de Trabajo se firmó un acuerdo entre el Gobierno nacional, la industria láctea y el gremio ATILRA que agrupa a los trabajadores del sector.
Se trata de una serie de modificaciones al convenio colectivo de trabajo vigente desde 1988 con los que buscan, desde la óptica de la industria, bajar costos.
Entre los puntos más sustanciales del acuerdo, se introdujo la figura de los trabajadores a tiempo parcial o "franqueros" para fines de semana y feriados, con lo cual las empresas evitarán pagar las horas extras del antiguo convenio que las valuaba en un 150% más que las horas normales.
Además, el nuevo acuerdo premia la asistencia perfecta con un adicional del 20$ del básico. Si el trabajador falta una vez en el mes o llega tarde por más de 25 minutos percibirá la mitad de ese premio y, a la segunda ausencia o llegada tarde por más de 25 minutos cobrará el 33% de ese premio. Una vez superadas las dos ausencias o llegadas tarde, ya no corresponderá tal haber especial.
El convenio también abre las puertas a la tercerización de “las actividades que no se corresponden con las normales, específicas y propias de la actividad”, que serán excluidas del convenio.
Del acto de firma del acuerdo participaron: los ministros de Agroindustria, Ricardo Buryaile; de Producción, Francisco Cabrera; y de Trabajo, Jorge Triaca; el secretario general de ATILRA (Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina), Héctor Ponce; el presidente de la Cámara de la Industria Láctea, Miguel Paulón; y el presidente de la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas, Pablo Villano.
Se supo que Heber Ríos y la delegación de Gral. Rodríguez que conduce, habían rechazado la firma de este acuerdo. Incluso hace poco tiempo atrás, los trabajadores habían incluso repudiado la visita de la gobernadora María Eugenia Vidal al distrito en la inauguración de una nueva planta de producción de La Serenísima. Sin embargo, en la votación, la mayoría aceptó los nuevos términos. Lo que más preocupa es la incorporación de posibles nuevas empresas tercerizadas, cuyos empleados tendrán sueldos mucho más bajos a los actuales.
"Nos vamos a poder manejar de otra manera en los días más costosos de fines de semana y feriados. Esto va a introducir una mejora para muchas compañías que en productos frescos necesitan un ciclo continuo de producción. Hay que ver como funciona esto", dijo Paulón, el presidente de la Cámara de la Industria Lechera sobre la posibilidad de los "franqueros".
Por su parte, los funcionarios Buryaile y Cabrera también celebraron el acuerdo calificándolo como "un verdadero logro luego de casi 30 años que no se abre la discusión de un convenio colectivo".
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