Dos caballos cruzaron la Ruta 7 y un automovilista no pudo evitar a uno de ellos, que quedó grave

Ocurrió en la tarde de este domingo 24 de abril a las 17 hs aproximadamente, a la altura de La Fraternidad. El animal quedó gravemente herido.

Un violento choque tuvo lugar en la tarde de este domingo 24 de abril cuando, a las 17, dos caballos cruzaron al galope la Ruta 7 y uno de ellos fue impactado por un auto que circulaba por allí.

Juan Videla, de 66 años, conducía un Ford Falcon y quizás por la dureza de la carrocería de ese vehículo es que terminó ileso, porque por poco no se le subió al parabrisas. De todos modos el auto terminó con el capó astillado, lo que habla de la violencia de la colisión. Por suerte, el sujeto, que iba para el centro, no llevaba a nadie más en su impecable Falcon, que posee desde 1993. Pese a los nervios de la situación, estaba calmo que las chapas se arreglan, pero apesadumbrado por la situación de sufrimiento del caballo.

El equino, por su parte, quedó gravemente herido. Prácticamente agonizando. Vecinos se acercaron y también proteccionistas de la asociación civil Equus, aunque esperaban a un veterinario para saber el estado del animal y si podían salvarle la vida. Trataba de moverse y levantarse y los vecinos lo contenían para evitar un problema peor, además, por los curiosos presentes que generaban más problemas de tránsito.

Para las 18.30 aún seguían esperando y una mujer consiguió una manta para taparlo un poco. No se vieron representantes del área de Zoonosis municipal, aunque trascendió que habrían estado al tanto y hablado con proteccionistas. Lo cierto es que, en caso de que hubiera chances de que sobreviviera, iban a tratar de cargarlo en un batán y llevarlo hasta La Plata para operarlo. Tenía sangre de una fractura en una pata trasera y en el abdomen, más otras heridas visibles.

Se desconoce de quién eran los caballos (nadie se presentó), que al parecer estaban pastando por la zona de la calle Belgrano (que sale a Ruta 7) y terminaron escapándose y cruzando la ruta, mientras que otros dijeron haberlos visto mucho antes pastando junto a las vías. El otro equino, que no fue impactado, huyó y aún no había sido hallado. Había largas colas por la necesidad de Tránsito Municipal de dividir la calzada para dejar pasar de a grupos de cada mano, sumado a las ya extensísimas colas de los semáforos de Ruta 7 en el Raffo y en el cementerio.