Seguridad 29 JUL 2023

Qué hizo Fernando Pérez Algaba en General Rodríguez: la pista que podría esclarecer su escalofriante crimen

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El empresario de 41 años, domiciliado en Castelar, fue asesinado y descuartizado. Sus restos aparecieron en partes en valijas desechadas en el Arroyo del Rey, en Lomas de Zamora. El caso del que habla el país y su conexión con nuestro distrito.

El estremecedor hallazgo se hizo el domingo 23 de julio y, desde aquel día, crece el misterio en torno al homicidio. Con el correr de los días, se pudo saber el perfil de Fernando Pérez Algaba: se dedicaba al alquiler de autos, era operador de bolsa, invertía en criptomonedas e, incluso, fue piloto del TC Regional. Si bien tenía domicilio en Castelar, el hombre vivió en Miami hasta principios de año: allí se dedicaba a la venta y al alquiler de autos de alta gama. Luego estuvo en España y su último negocio conocido en Argentina fue una SRL en Morón dedicada a la venta minorista online.

Apodado "Lechuga", se supo que había una denuncia por su desaparición. Días atrás, una mujer había declarado en fiscalía que el empresario, que había vuelto al país a mediados de julio, le había alquilado temporariamente un departamento en Ituzaingó y el contrato finalizaba el 19 de julio, pero nunca había aparecido para devolverle las llaves. La Policía cree que ya lo habrían asesinado para ese entonces.

En torno al desarrollo de la investigación empezaron a trascender situaciones de conflicto por presuntas estafas y amenazas alrededor de él. Desde su entorno, un amigo dijo que lo habían amenazado porque él debía dinero a varias personas, pero también aparecieron voces que expresaron que Fernando Pérez Algaba había amenazado a quienes le debían a él. Todavía la Justicia investiga esas hipótesis para poder llegar a el o los autores del crimen.

El vínculo del caso con General Rodríguez: la pista de una reunión que podría esclarecer el homicidio

Este viernes 28 de julio apareció la camioneta que utilizaba el empresario antes de ser asesinado y descuartizado. Se trata de una Land Range Rover Evoque modelo 2012 que estaba a nombre de la empresa Antártida Compañía Argentina de Seguros S.A.

Lo cierto es que el vehículo fue entregado ante la DDI de Lomas de Zamora por Maximiliano Pilepich, un vecino de Hurlingham dedicado al rubro de la construcción que estaba en conflicto económico con Fernando Pérez Algaba. Dijo que habían sido socios, pero su relación terminó mal, con acusaciones y amenazas cruzadas y hasta una denuncia por intento de homicidio archivada por la Justicia.

"Fernando Pérez Algaba, si ustedes lo googlean, es una persona que se dedicó a estafar gente con una agencia, pidiendo plata, haciéndose el “chico trading”. Lo único que hizo fue comerse todo el capital y el capital de los demás (...) Está desesperado porque le debe a todo el mundo (...) Es una persona que se dedica a arruinar gente", dijo Pilepich en un video contra el empresario. Lo acusaba de haberlo estafado a él y a otros amigos, uno de ellos llamado Nahuel Vargas.

Según la investigación, Pilepich y Vargas le debían U$S 150.0000 y el primero de ambos denunció que por esta situación, Pérez Algaba había ido a la puerta de la casa de Vargas y los había amenazado con un arma de fuego y dañado la luneta del auto de Vargas. En ese contexto, Pilepich le había prestado su camioneta Land Ranger Rover Evoque como "garantía" hasta devolverle el dinero. Y dijo que en una escribanía de Castelar le devolvieron la mitad y luego se citaron el 18 de julio en General Rodríguez.

Ese día, tuvieron una reunión en un descampado de nuestro distrito: allí, Fernando Pérez Algaba llegó en la camioneta Land Rover y Vargas y Pilepich le dieron los U$S 75.000 restantes. Contaron a la Justicia que el empresario les devolvió la camioneta y se quedó solo con el dinero allí, diciéndoles que estaba esperando a alguien que pasaría a buscarlo. Cinco días después, sus restos aparecieron en el arroyo en Lomas de Zamora. 

La camioneta ahora será peritada en busca de rastros y datos de interés para la causa. También las notebooks halladas en el departamento que Pérez Algaba había alquilado en Ituzaingó, donde además se halló un certificado de su psiquiatra donde consignaba que presentaba un cuadro depresivo y de ansiedad y le aconsejaba que viajara con su perro bulldog francés que aún no apareció. Tampoco se encontró su teléfono celular.

Qué reveló la autopsia a Fernando Pérez Algaba

El informe arrojó que el empresario recibió dos disparos de arma de fuego por la espalda y le causaron una hemorragia aguda, que le produjo un paro cardio-respiratorio traumático. También sus restos presentaban una herida cortante en la espalda y golpes en el rostro, pero son lesiones realizadas con la víctima ya fallecida. El desmembramiento fue posterior a la muerte.

"Por los datos expuestos y los aportados por la instrucción, cuerpo desmembrado hallado en un arroyo, la muerte dataría de aproximadamente 5 a 7 días antes de efectuado este examen", argumentaron desde la morgue judicial de Lomas de Zamora.

 

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