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La máquina había sido denunciada como desaparecida el día lunes, pero habría sido hurtada el domingo. El camión que se la llevó tendría dos responsables al momento del hecho, pero quedó sólo uno aprehendido. La policía dio con la máquina por las cámaras de la autopista.
El camión de marca "Tati" estaba estacionado junto al supermercado chino de la Avenida España con una máquina encima que había sido hurtada el día domingo. Según consultas realizadas por la investigación, se supo que la cuestión nació en la puerta de un taller del cual se habían llevado la máquina entre dos personas, con un camión.
El lugar del cual se la llevaron es frente a un galpón, en Puerto Algarrobo y Puerto Avellaneda, a una cuadra de la ruta 28 y dos de la colectora norte, zona donde predominan los talleres de vehículos de gran porte.
Los trabajos de la policía dieron con el camión grabado en las cámaras de la autopista y finalmente lo perdieron en Moreno. Por más averiguaciones posteriores, lograron dar con la máquina que había sido escondida en otro taller de Francisco Álvarez, en Florencio Sánchez y Bustamante.
Allí se encontró a Pablo Ezeiza, de 38 años, a quien se lo aprehendió, secuestrando su camión Fiat Iveco también. El acusado declaró al día siguiente en la fiscalía, de todos modos, si no hubiera antecedentes, es una causa relativamente leve.
El camión de marca "Tati" estaba estacionado junto al supermercado chino de la Avenida España con una máquina encima que había sido hurtada el día domingo. Según consultas realizadas por la investigación, se supo que la cuestión nació en la puerta de un taller del cual se habían llevado la máquina entre dos personas, con un camión.
El lugar del cual se la llevaron es frente a un galpón, en Puerto Algarrobo y Puerto Avellaneda, a una cuadra de la ruta 28 y dos de la colectora norte, zona donde predominan los talleres de vehículos de gran porte.
Los trabajos de la policía dieron con el camión grabado en las cámaras de la autopista y finalmente lo perdieron en Moreno. Por más averiguaciones posteriores, lograron dar con la máquina que había sido escondida en otro taller de Francisco Álvarez, en Florencio Sánchez y Bustamante.
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