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Seguridad Destacado 1 JUL 2018

Entraron a un colegio por la fuerza y el gran botín fue...

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El ataque ocurrió el jueves 28 de junio, y es el tercero en pocos meses. Los delincuentes habrían ingresado por un terreno lindero al establecimiento, pero lo más llamativo fue el botín que se llevaron en esta oportunidad.

La Escuela Primaria Nº 11 de Parque Irigoyen volvió a sufrir un hecho de inseguridad luego de cuatro meses, cuando no habrían robado nada pero sí dañaron el exterior del edificio.img-20180629-wa0013 La puerta de la biblioteca. El acto vandálico fue detectado por una empleada auxiliar, quien, instantáneamente, le informó a Laura Massonat, directora de la EP Nº 11. Cuando se acercó al kiosco, pudo notar el desorden y que, además, se habían intentado forzar las puertas (con barretas) de la biblioteca. Laura procedió a comunicarse con el director de turno, y éste con la Secretaría de Educación, institución que envió a Parque Irigoyen a personal de seguridad, sin intervención policial. "Robaron golosinas del kiosco porque no tuvieron acceso a las aulas ni a las oficinas de la escuela", detalló Laura en diálogo con La Posta, que está hace dos años como directora y es el tercer robo que sufre desde su gestió: "El último robo fue el 13 de febrero. Y antes, el 11 de diciembre de 2017 (cabe agregar en hubo otro en julio), que fue cuando rompieron todo el material de fin de año de los nenes. En febrero, quisieron entrar donde está el material tecnológico".img-20180629-wa0012 El terreno lindero por el cual ingresarían al terreno de la escuela. Según explicó Massonat, hubo comunnicación con el Consejo Escolar y la directora de Educación del Municipio, quienes mandaron a personal de seguridad para controlar el sistema de alarmas ("en el sector kiosco no había y lo venía reclamando desde que comencé mi gestión") y desde el Consejo colocaron luminarias, "lo cual veníamos reclamando hace meses desde el robo de febrero". Las sospechas de las autoridades acerca de estos episodios indican que los autores serían los mismos debido a que en todos siempre se utilizó la misma modalidad: utilizar barretas para forzar rejas, puertas o ventanas e intentar ingresar por el kiosco, es decir, desde uno de los laterales del colegio que desemboca en un terreno "estratégico" que no da al frente del edificio, sino al patio donde los alumnos realizan, por ejemplo, las clases de Educación Física. [gallery columns="2" size="medium" ids="27421,27417"]
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