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Vecinos de las "casitas de las cooperativas" del barrio San Carlos denuncian que hace de cinco a siete días que están sin servicio. Un funcionario se acercó para decir que van a cambiarla, pero discutió con los manifestantes a raíz de que "es la cuarta bomba que tienen que cambiar" y sospechan vandalismo. Hubo mucha tensión en el lugar. Se levantó pasadas las 14 horas.
El reclamo nació este mediodía a raíz de que un grupo de los vecinos de viviendas sociales que están afectados por una bomba de agua que dejó de funcionar hace días, decidió ir desde el barrio hacia el cruce de Las Latas para cortar la Ruta 7.
Luis Billone, director de Tránsito, se acercó al lugar y dijo que ya se cambiaron tres bombas, con esta, cuatro veces. Según el funcionario, cada una tendría un valor de $100.000 y en el Municipio creen que se quemó intencionalmente, mientras que los vecinos dicen que se debe a cables que no se corresponden con el aparato.
Lo que se comprometió, es a cambiarla, pero dice que iniciarán una investigación para saber "quién y por qué accedió varias veces a tocar la instalación". "Evidentemente debe estar enrejado, es un hecho de vandalismo", les manifestó, entre gritos y réplicas.
La gente, mientras tanto, continuará cortando la ruta hasta que se solucione la situación. Las discusiones en el corte ya tienen antecedentes durante 2018 y se abre un abanico de opiniones diversas respecto de las responsabilidades, que van desde los que responsabilizan a los que habrían roto las bombas y los que creen que tras la primera vez, el Municipio debería haber vedado la posibilidad de ingreso de terceros a la manipulación de la bomba.
Los afectados viven en un grupo de casas que se construyeron en la gestión pasada por cooperativistas en aquel momento y todos reciben el agua de la misma fuente. Muy cerca del lugar está ubicado también el basural clandestino con cavas que apareció tras reclamos de vecinos de la comunidad boliviana a fin de año pasado, de modo que ahora, tampoco es confiable tomar agua de pozo.
El reclamo nació este mediodía a raíz de que un grupo de los vecinos de viviendas sociales que están afectados por una bomba de agua que dejó de funcionar hace días, decidió ir desde el barrio hacia el cruce de Las Latas para cortar la Ruta 7.
Luis Billone, director de Tránsito, se acercó al lugar y dijo que ya se cambiaron tres bombas, con esta, cuatro veces. Según el funcionario, cada una tendría un valor de $100.000 y en el Municipio creen que se quemó intencionalmente, mientras que los vecinos dicen que se debe a cables que no se corresponden con el aparato.
Lo que se comprometió, es a cambiarla, pero dice que iniciarán una investigación para saber "quién y por qué accedió varias veces a tocar la instalación". "Evidentemente debe estar enrejado, es un hecho de vandalismo", les manifestó, entre gritos y réplicas.
La gente, mientras tanto, continuará cortando la ruta hasta que se solucione la situación. Las discusiones en el corte ya tienen antecedentes durante 2018 y se abre un abanico de opiniones diversas respecto de las responsabilidades, que van desde los que responsabilizan a los que habrían roto las bombas y los que creen que tras la primera vez, el Municipio debería haber vedado la posibilidad de ingreso de terceros a la manipulación de la bomba.
Los afectados viven en un grupo de casas que se construyeron en la gestión pasada por cooperativistas en aquel momento y todos reciben el agua de la misma fuente. Muy cerca del lugar está ubicado también el basural clandestino con cavas que apareció tras reclamos de vecinos de la comunidad boliviana a fin de año pasado, de modo que ahora, tampoco es confiable tomar agua de pozo.
