Una concejal rodriguense y su hermano sufrieron dos robos en menos de dos horas

Se trata de la edil Carla Cazzaniga y su hermano Gabriel. Ambos fueron este lunes por la noche.

El último lunes, 28 de enero, la concejal oficialista Carla Cazzaniga sufrió un robo mientras ella se encontraba realizando compras en el supermercado Carrefour de Bv. Bernardo de Irigoyen al 1500.Alrededor de las 20:40 horas, cuando fue al estacionamiento del supermercado a buscar su automóvil, una Chevrolet Meriva gris, Cazzaniga se dio cuenta que la ventanilla trasera estaba rota y al mirar en su interior le faltaba "una caja con donaciones (medicamentos, gasas, pañales) que tenía que llevar al hospital y no hice a tiempo", según explicó la edil. "Yo tenía estacionada contra el portón de entrada a la izquierda", continuó. Y detalló que, aparentemente, los delincuentes "se ve que no tenían mucha experiencia porque abrieron y se llevaron lo más grande que fue la caja. Yo recién había salido del consultorio y tenía colgado en el asiento el delantal con dinero y un saquito sobre una silla de bebé y no tocaron nada de eso".Respecto de la seguridad del supermercado, "no vieron nada", comentó indignada, y exclamó: "Peor que si lo dejaras en la calle". Desde Carrefour, le recomendaron a Carla que eleve una denuncia en el área de Defensa al Consumidor. No obstante, lo que sí tiene confirmado la concejal es que por los daños a su vehículo deberá pagar el polarizado y el grabado de la ventanilla ya que el seguro le cubre solamente el vidrio.

Una hora y media horas después, su hermano fue víctima en un episodio similar

El segundo caso tuvo como damnificado a Gabriel Cazzaniga, de 50 años, quien cerca de las 22:00 horas había dejado estacionada su Renault Traffic blanca sobre Av. Bernardo de Irigoyen y Avenida España para dirigirse a la estación de servicios YPF ubicada en frente. "No tardé ni tres minutos que cuando volví veo a un pibe de unos 20 años cerrar la puerta y salir corriendo", explicó Carlos, y continuó: "Lo corrí, pero se metió en las vías y no lo pude alcanzar". Cuando llegó al sector donde estaba su camioneta, Carlos pudo observar que le faltaba su billetera marrón con su DNI, licencia de conducir, tarjeta de crédito, tarjeta de débito, tarjeta de un centro comercial y 300 pesos en efectivo. Según la víctima, casi todos los días acostumbra a dejar su vehículo estacionado en ese lugar para cruzar a la estación de servicios y comprar cigarrillos. Sólo que esta vez -confiesa- "olvidé dejar la camioneta cerrada con llave". En cuanto al delincuente, Carlos llegó a verlo con detalle, lo reconoció porque "es un chico que anda siempre dando vueltas por la zona", y describió que tendría alrededor de 20 años, de tes morena, delgado, pelo corto y teñido de rubio. Consultando a distintos comerciantes del área, se llamaría Nicolás y su apodo sería "El Topo".