El Grupo Arcor desembolsó más de 12 millones de dólares para aumentar su participación en la firma propietaria de La Serenísima, fundada en General Rodríguez.
En los últimos días, se dio a conocer que Arcor, junto a su subsidiaria Bagley, formalizaron la compra de 28,6 millones de acciones de Mastellone Hnos. en u$s 12,4 millones para, así, aumentar su participación en la empresa láctea hasta el 47,38 por ciento.
Con esta transacción, Arcor se acerca al tope que marcaba el acuerdo firmado con Mastellone Hnos. en 2015. Hasta entonces, ambas empresas habían acordado que la cordobesa de la familia Pagani tenía la opción aumentar su participación hasta el 49 por ciento del paquete accionario hasta 2020, aunque Mastellone, dueña de La Serenísima, no tenía la obligación de vender.
La operación había sido anticipada en un comunicado enviado a la Comisión Nacional de Valores (CNV) enviado en mayo de este año, donde se había informado que la operación sería por u$s 12,7 millones para llegar al 47,48%, pero finalmente la compra de acciones fue menor que la prevista.
Arcor y Bagley comenzaron la compra de acciones a finales de 2015. En ese momento realizaron un aporte irrevocable inmediato de u$s 50 millones y otro de u$s 35 millones para pagar antes de febrero de 2017. Lo hicieron a cambio de un tercio accionario de la firma láctea.
En mayo de este año ya había usado su primera opción de compra del año (pagaron casi u$s 1 millón para llegar al 43%). Anteriormente, la última operación se había concretado en noviembre de 2017 cuando Arcor y Bagley compraron 12,1 millones de acciones por u$s 5,2 millones para hacerse con el 40,24% de Mastellone.
El año pasado, en tanto, debido a la caída del consumo y acumulación de stocks, y consiguiente problemas económicos, no se registraron aportes para adquirir títulos, aunque según el pacto original suscripto en 2015, entre 2020 y 2025 aumentarán su derecho de compra de acciones y votos al 100% de la láctea.
Con respecto a Mastellone Hnos., el año pasado y gracias a la debacle de SanCor, su principal competidora, había cerrado un balance positivo con ganancias por $1.156 millones. La láctea había aprovechado el achique de su rival para, por ejemplo, quedarse casi con el control total del mercado de leche fresca de Capital Federal y el Gran Buenos Aires, donde SanCor ya no participa. También logró crecer en el segmento del dulce de leche, donde las ventas de sus marcas se duplicaron en el 2017 con respecto al año anterior. Un caso similar ocurre con la comercialización de sus leches larga vida.
Sin embargo, en los primeros seis meses de este año el escenario cambió. Fue diametralmente opuesto con resultados que estuvieron afectados por la combinación de una fuerte y abrupta devaluación del peso y por la caída en los niveles de consumo de productos lácteos en el mercado interno, en relación con otros productos de la canasta familiar. En ese contexto, su balance correspondiente al semestre enero-junio de este año muestra una pérdida neta total de $1.042 millones contra una ganancia de $106 millones en igual período del 2017.Fuente: cronista.com
