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Fue este sábado 16 de noviembre en horas de la tarde frente a la agencia Autos Centro, ubicada en Av. San Martín. La joven tiene 18 años y el hecho habría ocurrido el pasado lunes 11 de noviembre cerca de la medianoche sobre Ruta 7. Un grupo feminista organizó el reclamo contra la remisera porque el acusado no quedó detenido y generó muchos daños al frente. Hubo agresiones al plantel y la policía llegó tarde a intervenir en la tensa tarde.
Este sábado 16 de noviembre a las 17 horas, un grupo de unas 40 personas realizó un escrache a la agencia de remises Autos Centro, ubicada en Av. San Martín. La iniciativa se originó a raíz de una denuncia de abuso hacia uno de los choferes que trabajan allí de parte de una joven de 18 años y su hermana de 17.
El grupo estuvo integrado por familiares y allegados a la víctima, también se mencionó que se vincularon las temáticas de género en la ciudad mediante varias referentes políticas de distintas agrupaciones. Se realizaron pintadas en la calle y en el frente del local, además de algunos autos estacionados de los remiseros. Las denunciantes junto con sus allegados ingresaron a la agencia e increparon al coordinador de la remisería, arrojándole carpetas y demás papeles que había en el escritorio. Las acciones duraron más de tres horas en las cuales se detuvo todo y los remiseros se refugiaron en el interior mientras recibían insultos.
El grupo de la Defensoría de Género reclamaba que la dueña del lugar saliera a dar explicaciones sobre el remisero, pero la misma, una mujer que ya ha sido parte de noticias graves en nuestro sitio (cuando desconocidos entraron a su casa y la balearon a ella y mataron a su marido en 2016), no salió.La dueña se llama Gabriela y en contacto con nuestro medio reconoció que su intención era salir al encuentro de las denunciantes y dialogar sobre lo sucedido pero que sintió temor sobre su integridad física dado el marco de agresividad en el que se estaba desarrollando la situación. No se descartarían medidas legales al respecto. También hubo quejas por la nula intervención policial para mantener el orden, pese a que la convocatoria del escrache se había difundido desde hacía al menos un día atrás. En esto influyó mucho que ese día se relevó la cúpula de la Comisaría 1° y aún no habrían llegado los relevos, de modo que había un cierto desorden y falta de rumbo.SOBRE EL HECHO EN SÍ: VERSIÓN DE LAS JÓVENES
Se trata de una situación que se dio arriba de un auto el pasado lunes 11 de noviembre cerca de la medianoche. La versión que la joven de 18 le contó a La Posta es que había tomado un auto junto a su hermana de 17 años hacia su domicilio, previo haberle avisado a su mamá. Sin embargo, cuando notaron que el chofer se habría desviado en un par de ocasiones del recorrido esperado, lo interpelaron y allí se habría producido el abuso denunciado. La joven relató que el remisero se habría detenido, y habría volteado para manosearla. "Mi hermana lo agarró del cuello. Allí él aceleró e iba haciendo zig-zag", dijo. Luego, en un momento donde disminuyó la velocidad considerablemente, abrió la puerta y se arrojó del auto en movimiento aunque afortunadamente no se produjo ninguna lesión. A pocos metros el auto habría frenado en su totalidad y su hermana se bajó también. Según su relato, el auto se fue y ellas pidieron ayuda a otro remis que venía atrás y en el que sus pasajeros las hicieron subir.
La justicia no tiene al momento elementos probatorios para sostener detenido al acusado ni antecedentes del mismo. La imagen ya fue difundida por redes y se realizó el escrache con la difusión del nombre con megáfonos en el centro. Habrá que ver si no afecta el desarrollo de la investigación.
Cronológicamente, lo que siguió es que las dos chicas fueron a la agencia con su padre, que tras algunos entredichos terminó dando varios golpes de puño al remisero acusado, que ya estaba allí. Desde la agencia, ambas fueron a la Comisaría de la Mujer a radicar la denuncia, a donde también fue luego la dueña de la remisería. La joven manifestó que la mujer habría desacreditado su acusación, diciendo que exageraban y eso le molestó mucho. También aseguró no sentirse "contenida ni valorada" en la dependencia policial.

