Se trata de Omar Elisendo Hernández, que murió a los 86 años. Fue policía de la Comisaría local y titular de la Comisaría 1° de Moreno, donde funcionó un Centro Clandestino de Detención entre 1976 y 1979.
Hernández se encontraba cumpliendo la prisión domiciliaria en nuestra ciudad por la Megacausa del Primer Cuerpo del Ejército. Fue velado con la tobillera electrónica puesta.
Nacido el 19 de mayo de 1933, Hernández fue policía de la Comisaría 1° de Rodríguez en sus primeros años como parte de la fuerza, y llegó a estar al frente de la Comisaría 1° de Moreno entre 1976 y 1978 (hasta 1979 funcionó un Centro Clandestino de Detención durante la última dictadura militar).
Se jubiló con rango de Comisario General en 1987 y luego de su retiro llegó a ser autoridad del Rotary Club local y ocupar roles de importancia en instituciones como la Asociación Sanmartiniana y los Bomberos Voluntarios. También fue concejal de la Unión Cívica Radical y durante el mandato del ex Intendente, Juan Pablo Anghileri, se lo mencionó como un posible candidato para ser secretario de Seguridad. En 2013, en una entrevista realizada al medio "Moreno Visión", Hernández casi que confesó implícitamente su participación en hechos con los que "no estaba de acuerdo".
El 19 de diciembre de 2014, efectivos de la Policía Federal lo detuvieron en luján en el marco de la causa por violaciones a los derechos humanos del Primer Cuerpo del Ejército iniciada en el año 2003 luego de que el Congreso declarara nulas las leyes de Punto final y Obediencia Debida y que desde 2004 está a cargo del Juzgado Federal N°3 del juez Daniel Rafecas.
Inicialmente, Hernández, estuvo recluído en la Unidad Penal de Marcos Paz, y luego se le otorgó la prisión domiciliaria por sus problemas de salud.
En la causa N° 14.216/2003 se lo acusó de haber intervenido en las privaciones ilegales de la libertad y el sometimiento tortuoso de unas 22 personas que pasaron por el Centro Clandestino de Detención y Tortura que funcionó en la Comisaría 1° de Moreno. También estuvo imputado por secuestros e interrogatorios de personas "de paso" hacia otros centros clandestinos de detención, torturas y exterminio. Segun distintas publicaciones, las víctimas por las que se lo imputó fueron Beatriz Boglione, Luis González, Mario Valerio Sánchez -quien permanece desaparecido-, Faustino Altamirano, Indalecio Aristardo Fernández, María Miguens, Raúl Morello, Susana Bruna, José García Carballo, Norma Pérez, José Reinoso y Juan de Dios Medina.
Desde hace ocho años, la Dirección de Derechos Humanos de Moreno siguió los pasos de Hernández y envió al juez Rafecas documentación y testimonios de los sobrevivientes. Al ex policía se lo indagó por violaciones a los derechos humanos y privaciones ilegales de la libertad en los CCDT conocidos como la "Mansión Seré" o "Atila" en Castelar, y sitios aledaños que formaban parte del mismo circuito represivo como las Brigadas Aéreas Primera de Palomar, Séptima de Morón y Octava de Moreno, o las comisarías primeras de Morón y Moreno.
De acuerdo a la información que circuló, durante su cautiverio en esos centros, las personas eran sometidas sistemáticamente a un trato inhumano: se les colocaba una capucha o venda que les impedía emplear la vista en el centro durante día y noche, con prohibición absoluta de hablar con otras personas y bajo un estado deliberado de inanición y suciedad.
En febrero de este año, su abogada defensora había presentado un certificado médico que indicaba los problemas de salud de Hernández e impedía que fuera juzgado. Tras dos partes médicos, la Justicia concluyó que su deterioro de salud era normal para una persona de su edad y que estaba apto para prestar declaración judicial y ser sometido a juicio oral.
En junio pasado, el Tribunal decidió apartarlo de este proceso y se esperaba una nueva fecha (que nunca llegó) para el juicio, junto con otro tramo de la misma causa que incluye hechos ocurridos en el entonces destacamento de Paso del Rey y la Subcomisaría de Francisco Alvarez, también bajo la Jefatura de Hernández y donde también se juzgará al ex Oficial Inspector Roberto Ricardo Chiessi.
A la causa se sumaron testimonios de unos 30 testigos por la Comisaría 1° de Moreno por lo que se unificarian las causas en las que se encontraba imputado, y se agregarían el caso de la quinta "La Pastoril" en La Reja.El sangriento episodio de la quinta La Pastoril
A Hernández también se lo investigaba por su participación en aquella noche del 29 de marzo de 1976. La quinta fue alquilada a Carlos Gambetta, quien pertenecía al servicio de inteligencia del ERP (Ejército REvolucionario del Pueblo). Esa noche se llevaba a cabo una reunión "cumbre" que incluía a miembros de la llamada Junta Coordinadora Revolucionaria, una organización regional sudamericana que incluía representantes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) de Chile, fundadores del Ejército de Liberación Nacional de Bolivia y miembros de los Tupamaros uruguayos; pero por sobre todo, de integrantes de Montoneros. miembros del buró político del ERP-PRT (Ejercito Revolucionario del Pueblo y su brazo político, el Partido Revolucionario de los Trabajadores liderado por Mario Santucho).
El casero de la quinta, alertado por la gran cantidad de armas acumuladas, dio aviso al propietario de la quinta que vivia en Capital Federal y que dio aviso a la Policía Federal. Se enviaron dos móviles policiales de la Comisaría 1° de Moreno al lugar y al llegar los efectivos se desató un tremendo tiroteo en el que se produjeron varias muertes, aunque no se pudo confirmar cuántas. Hernández, comisario de la 1° de Moreno en ese momento, le dijo al medio local televisivo "Moreno Visión" años atrás que él había realizado los procesos burocráticos por "siete cadávares" cuya identificación "estaba a cargo del Ejército". 
