Sociedad 14 JUN 2021

El dramático testimonio de una rodriguense con cáncer que acusa a su prepaga de demorar su medicación

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Elizabeth Rubino (46) vive en Gral Rodríguez desde hace ocho años y fue diagnosticada en 2016 con un cáncer de mama que luego hizo metástasis en su columna. Denuncia que Medifé, su empresa de medicina prepaga, le demora la entrega de la medicación para su tratamiento. "Estoy destinando tiempo valioso de mi vida a algo de lo que no debería tener que ocuparme", manifestó.

A Elizabeth le dieron el terrible diagnóstico en marzo de 2016 y en mayo de 2017 inició su primer tratamiento con quimioeterapia, que actualmente realiza en la Clínica Güemes de Luján. "Cada 20 días asisto a  controles con la oncóloga, quien me realiza las quimioterapia cada 21 días, el mismo día que salgo del control envió el pedido de las drogas a Medifé para la quimioterapia siguiente".

Sin embargo, denuncia que la prepaga le ha traído problemas con demoras en las autorizaciones de las internaciones para las sesiones de quimioterapia y en la entrega de los medicamentos que se necesitan. "En ese 2017, en tres de los 8 ciclos de quimio, la Clínica Güemes debió prestarme las drogas, que son Pertuzumb y Trastuzumab, y yo tenía que realizar los reclamos correspondientes ante Medifé para devolverlas. Desde octubre de 2019 realizó quimioterapia cada 21 días y los reclamos son constantes, ya sea por las drogas o por la autorización para la intervención. La Clínica Güemes de Lujan gentilmente a veces dispone de estas drogas y me la presta porque entiende que es vital que no se suspenda, pero debo devolverla y no siempre se cuenta con ella. En este momento la prepaga mencionada me está adeudando 2 pedidos y muchas veces corro riesgo de tener que postergar la quimioterapia por falta de estos insumos. Medife alega que los pedidos se entregan dentro de los 10 días de realizada ka solicitud, pero ellos no llegan en tiempo y forma y tampoco te comunican nada, uno tiene que estar permanentemente rastreando donde se estancó el trámite. Medife culpa a la droguería y la droguería a Medife", contó la mujer, que es docente y acompañante terapéutica y que aunque tuvo pasado laboral en establecimientos del distrito como la Escuela del Sur y el jardin de infantes de Bicentenario, "actualemnte no paso la junta médica con lo cual no puedo ejercer. Trabajo en forma particular con niños, adolescentes y adultos con distintas dificultades de aprendizaje".

Sobre su situación, expresó: "El tipo de cáncer que poseo es muy agresivo. Soy una bomba de tiempo. Me están realizando un tratamiento de mantenimiento biomolecular para tener una mejor calidad de vida y que no avance velozmente, ya que mis médicos me informaron que no tengo posibilidad de cura pero si podría extender mi tiempo de vida si realizo todos los controles y prácticas médicas que me indiquen. Hago al pie de la letra todo lo que mis queridos médicos me sugieren, además de las terapias alternativas, trabajar en lo que me satisface, aprendí a vivir una vida más sana con mejor alimentación, actividad física, arteterapia. Busco como muchos obtener momentos de felicidad, no pretendo descartar por completo obstáculos sino poder sortearlos. Estoy aferrada a la vida".

Y agregó: "Tengo una hija de 10 años que deseo continuar viéndola crecer pero Medifé no está garantizando mi derecho de tener a disposición todo lo que necesito. Los pacientes oncológicos más que muchos otros pacientes debemos permanecer tranquilos, nuestras células se encuentran revolucionadas en nuestro organismo y el someter al cuerpo a estrés es signo de complicaciones. No comprendo la falta de empatía de los dueños de estas empresas de salud, decidí abonar una prepaga para no pasar por los conocidos momentos a los que se enfrentan aquellos que deben transitar esta patología  en un hospital público, es tristisimo lo que sucede con esos pacientes, pero parece que aún pagando sumas muy onerosas tampoco estamos exentos a la mala atención, a la ausencia de medicamentos, a la desidia... Si, desidía porque nadie nos escucha, tanta tecnología y tan poco personal competente. Llamas a atención al cliente, te pasas una hora en el teléfono y nadie te atiende, reiteras la llamada y no conseguiste que te atiendan, enviaste mensaje de WhatsApp, que es otro canal de comunicación que ellos difunden y te responden después de dos días, te llaman y te dicen que esta todo gestionado, recuperas el aliento, pero fueron promesas vanas, realizas el reclamo pertinente por la página que tiene MEDIFE y te contestan automáticamente que a la brevedad se comunicaran con vos, y vos ocupás todas esas horas, esos días cada 21 dias para reclamar algo que no deberías si se ocuparan con responsabilidad".

Por último, cerró: "Hace 6 años que estoy en esta situación, saquen cuentas del tiempo de vida que estoy perdiendo de Vivir por ocuparme de algo que no me corresponde. Me rehuso a bajar los brazos, pero créanme que no todos tienen la misma personalidad que yo, la misma fortaleza; así y todo ante esta injusticia mi estado de ánimo se desestabiliza. ¿A quien no, verdad? Lamentablemente no tengo la suerte de poder cambiarme de empresa porque con esta patología no te toman, y de todas maneras por lo que entiendo casi todas las prepagas se encuentran en similar situación. No es consuelo para mí.  Debería iniciar acciones legales, denunciarlos ante defensa del consumidor, seguramente lo haga, mientras tanto la intención es viralizar lo inadmisible, pero la pregunta del millón sería... ¿Quien me devuelve ese tiempo y desgaste emocional que todo esto me ocasiona? No quiero el final de Abigail, ni de tantos otros enfermos que no fueron escuchados ni  comprendidos, y bajo ningún concepto que mi familia sufra el día de mañana la impotencia que se siente no haber podido lograr que me atiendan como se debe, como corresponde aún utilizando todos los medios disponibles. Por favor, no acorten mi paso por esta vida! yo decido vivir el tiempo que mi Dios me lo permita, pero no voy a permitir que Medife lo decida".