Sociedad 17 FEB 2022

La increíble transformación de una rodriguense: "El cambio llegó cuando empecé a perdonarme y quererme"

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Yanil Cisneros, empleada municipal de 38 años, llegó a pesar 122 kilos mientras afrontaba distintas crisis en su vida. Su determinación para "ordenar" su vida se vio reflejada en una transformación fisica que hoy disfruta y en la que sigue trabajando, aunque igual impulsa el mensaje de la autoaceptación como pilar fundamental.

Tercera de ocho hermanos, Cintia Yanil Cisneros (38) perdió a su mamá cuando esta tenía 41 y un mes después a su abuelo. Con una infancia muy dura, confesó haber pasado noches "en la calle" y rebuscándosela como podían para tratar de subsistir. 

Ya en la vida adulta debió afrontar separaciones y la dramática decisión de dejar a su hijo de 6 años al cuidado de sus abuelos paternos, mientras ella criaba a su segundo hijo, más pequeño, del mimo padre, que no había querido reconocer a uno de ellos. "Algo que sufrimos muchas mujeres cuando los hombres no quieren reconocer a uno hijo por tener dudas", lamentó.

Con un trabajo extremadamente demandante en un supermercado chino y casi sin tiempo para nada, reconoció tener una vida desordenada que la llevó a subir de peso. La balanza llegó a marcar 122 kilos en una etapa dolorosa para ella, en la que su punto de inflexión fue una pelea callejera que protagonizó con la supuesta autora de un robo en su casa.

A partir de allí, decidió iniciar una nueva vida. Con el aliento de otras jóvenes, comenzó a estudiar para terminar sus estudios secundarios, forjó una nueva relación de pareja con el padre de su tercer hijo y los caminos se fueron acomodando para que pudiera "guardar a Cintia" y comenzar a resurgir "como Yanil". Comenzó a hacer trabajo social e inició, en paralelo a sus ganas de ayudar, un proceso para ayudarse a si misma.

Logró bajar casi 50 kilos y hoy transita otra realidad. "Costó y cuesta un montón. Me ponía de mal humor cuando no podía comer mi comida favorita. Cuando veía que me estancaba, pedía ayuda porque sino me rendía. Consultaba a mi hermana vegetariana o a una farmacéutica amiga, o investigaba sobre alimentación. Mi proceso de cambio comenzó cuando empecé a perdonarme y a quererme. Tengo altibajos, pero siempre busco la manera de seguir hacia mi objetivo. Mi autoestima subió, me siento fuerte y sana", concluyó quien hoy es conocida como Yanil Cisneros, muy querida en el barrio Los Perales. 

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