Necrológicas 9 MAR 2022

Morir, tratando de salvar vidas: quiénes eran los ambulancieros fallecidos de la ambulancia que chocó en la Ruta 188

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Tras la triste jornada de ayer, cuando trascendió por el mediodía la muerte de tres trabajadores del sistema de ambulancias de una empresa local en un accidente en la Ruta 188, se conocieron los nombres de las siete víctimas fatales del impacto y durante este miércoles se despidieron los restos de los tres trabajadores de la empresa rodriguense.

En una jornada de luto para las ciudades de General Rodríguez y 25 de mayo, ya se conocen todos los nombres de las víctimas del siniestro de ayer a la mañana. Se descartó que en la Amarok de la ciudad de 25 de mayo tuviera menores fallecidos y se informó que las víctimas fueron Daniel Alfredo Tosso (44), Alejandro Unanue (68), Marcela Marta Otonelli (51) y Adriana Rita Iwanciw (55).

En cuanto a la ambulancia local, la misma estaba circulando el retorno tras un traslado a Gral Villegas y en el móvil iban el conductor Walter Rodrigo Quiroga (33), Juan Pablo Almada (47 años, enfermero) y la doctora Sandra María Guadalupe Host (47). Todos perdieron la vida en el hecho y la noticia tuvo enorme repercusión en toda la ciudad. Todos los presentes en la ambulancia tenían relación con nuestro distrito, incluso Almada, que residía en Moreno, hace muchos años trabajaba en nuestra ciudad.

No es una pérdida más

Los tres fallecidos de esta mañana en la Ruta 188 son profesionales de la salud que han dedicado sus vidas a salvar a otras, pasaban tantas horas trabajando que muchas veces veían más horas a sus compañeros que a sus familias.

Los tres tenían la compleja tarea de tratar de ganarse la vida a través de atender la urgencia de la vida del resto y quien conoce a muchas familias de bomberos, policías y ambulancieros, sabe lo que es esa comunidad, el ritmo de vida, los turnos de trabajo, el vértigo y gravedad de situaciones que atienden y hasta ese riesgo propio que asumen cuando constantemente deben transitar el distrito de emergencia en emergencia, poniendo su propia vida en peligro.

En la mañana del martes 8 de marzo, en una situación que aún no está clara en una recta de la Ruta 188,  se perdieron tres vidas valiosas, como muchas, pero especiales en el sentido que le dan las personas que han salvado la vida de otras, que más que necesarias, son imprescindibles.

Sandra HostSandra Guadalupe Host tenía 47 años, era trabajadora del Hospital Vicente López y Planes desde hace alrededor de una década, viniendo de un paso por Moreno. En Salud comenzó primero como enfermera y luego hasta recibirse de médica, para pasar a trabajar en traumatología y en la guardia del nosocomio. Ella era reconocida como una persona sensible y generosa, atenta a las necesidades de la gente que la rodeaba. Allegados nos transmitieron que era madre de dos mayores de edad y que fue siempre una luchadora de múltiples desafíos, pero las dificultades nunca le impidieron soñar con crecer, aprender y apostar a más.

Olga, una de las compañeras laborales, transmitió de su parte y de más amigos: "tu partida nos dejó a todos un vacío y sin poder caer a la realidad que ya no estás con nosotros, descansá hermosa que los angeles te iluminen en tu camino al cielo que ahí es donde vas, por qué siempre fuiste un Ángel cuidando a los más necesitados."

Walter Rodrigo Quiroga era un joven chofer en Emersalud desde hacía menos de un año, vivía en Barrio Bicentenario, tiene dos hijos y el domingo cumplía 34 años. Había trabajado antes como chofer, pero no en el área de Salud. Lo rescataban siempre como una persona sencilla, buen compañero y muy predispuesto al trabajo. Lo velaron desde las 9 a las 15 horas y trasladaron sus restos al cementerio local.

Si algún allegado o amigo de Walter desea comunicar algo breve para agregar de su vida, pueden escribir a [email protected] para agregarlo.

Juan Pablo Almada era un hombre de 47 años, vivía en Moreno, con una familia grande de varios hijos. Había padecido la pérdida de uno de ellos hace unos años y con el dolor que significaba, seguía luchando por su trabajo y sosteniendo la familia. Compañeros de muchos años contaban que él era una de esas personas que no se "rendían" ante la dificultad de que "se le quede un paciente".

Pablo AlmadaEra capaz de luchar con ciertas burocracias hospitalarias para salvar a alguien que tenía sobre su camilla. Pablo vivió "corriendo" de emergencia en emergencia y en ese vértigo dejaba sus horas. Hoy, tanto él como los dos compañeros que fallecieron, merecen un  homenaje a la altura de las circunstancias, porque ellos también son de los que trabajaron durante el Covid, los que se expusieron a todo antes y ahora.

Pablo, una fuente muy consultada durante los años en que la empresa aún hacía el trabajo de emergencias públicas, fue siempre muy cortés y cándido con nuestro medio y siempre nos cruzábamos a hablar de todo lo que había que mejorar para la ciudad, a pesar de él vivir en Moreno. Sin dudas, su partida nos llena de tristeza y lo extrañaremos mucho, queda como uno de los personajes entrañables que nos hemos cruzado en muchos años de trabajo y como los otros dos compañeros, como un faro ejemplar como profesional para todo el sistema de salud y la comunidad.

A partir de este día empieza una etapa donde muchos tendrán que sobrellevar esta terrible pérdida, en especial las familias, los hijos, padres. Pero como comunidad, se pueden aún rescatar sus ejemplos de sacrificio (en especial en el rubro de la Salud) como una imagen inspiradora para transitar un camino de compromiso. Porque ayer partieron, pero no pasaron en vano, habiendo salvado vaya a saber cuántas vidas en el camino. Pueda que sólo así, se alivie algo la enorme necesidad de personas con este perfil tan imprescindible en nuestra sociedad.

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