Seguridad 9 ABR 2022

Quién era "Lagarto", el joven de 22 años asesinado en el barrio Raffo

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Trascendieron detalles del joven que apareció muerto de un balazo en las calles Malvinas Argentinas y La Rioja en la mañana de este sábado. 

El barrio Raffo fue escenario, en la mañana de este sábado, de un misterioso crimen en las calles Malvinas Argentinas y La Rioja. Allí, un vecino encontró a un joven de 22 años que yacía muerto de un balazo en el tórax y que estaba junto a su bicicleta, sin calzado y con marihuana y dólares entre sus ropas.

Aunque todavía no están identificados los autores del homicidio y la Policía se encuentra abocada a dar con su paradero y desentrañar el móvil del hecho, lo cierto es que ya en el lugar algunos vecinos mencionaban que conocían a la víctima.

En primer lugar, remarcaron que la zona está a merced del delito. Se quejaron por varios robos ocurridos allí recientemente, un vecindario de calles consolidadas pero con un claro abandono: bolsas de basura en gran cantidad en los márgenes de esas arterias y un campo de grandes extensiones con una zona en la que crecen las casillas precarias en irregulares condiciones dominiales.

Lo cierto es que al joven asesinado lo señalaron como "Lagarto" y le adjudicaban distintos robos en la zona. Dijeron que sería de la zona de Bicentenario pero ya habría cometido varios delitos en el Raffo. En paralelo, el diario Crónica publicó que voces judiciales informaron que tenía pedido de captura por un intento de robo ocurrido en San Fernando y a requerimiento de los tribunales de San Isidro.

También que había estado preso por un asalto el 8 de julio de 2018 (a disposición en aquellos momentos del Juzgado de Garantías N° 3 de Mercedes) y registraba antecedentes penales por haber atracado a una mujer, el 2 de marzo pasado, en jurisdicción de la comisaría 1ª de General Rodríguez.

A última hora de la tarde, trascendió su identidad. Se llamaría Sebastián Maidana y su cuerpo, herido de muerte con un arma de fuego y con múltiples golpes, es el testimonio de una situación social explosiva que cada vez más seguido se lleva las vidas de chicos jóvenes que desde su adolescencia vienen entregados a una vida de violencia, drogas u delito, donde el Estado nunca dijo presente y las instituciones nunca intercedieron a tiempo.

Hoy, cientos de otros chicos de nuestra ciudad de menos de esa edad están esperando el mismo futuro, rodeados de familias con problemas de la misma índole, sin que nadie le llame la atención, esperan la lotería diaria que marcará la próxima muerte, que tendrá una fecha y una hora de defunción, pero que en realidad ocurrió mucho antes, cuando a todos les dejó de importar intervenir.

 

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