En la última semana trascendió que dos empresas enormes como Molinos y La Serenísima fueron intimados por el Gobierno Provincial a raíz de ser acusadas de desabastecimiento. Esto es en el marco de la escalada inflacionaria y de los conflictos internos del oficialismo entre los sectores del kirchnerismo más duro y los del albertismo que respaldan al ministro de Economía Nacional, Martín Guzmán y también al ministro de Producción, Matías Kulfas.
Tras conocerse la cifra de inflación mensual, un dato más que negativo para el país y por supuesto para todos los niveles de gobierno, no tardó mucho el gobernador, alineado a las huestes de Cristina Fernández de Kirchner, en apuntar, desde el Ministerio de Producción de la Provincia, a dos conglomerados empresarios de alimentos que evalúan, no están brindando el abastecimiento de productos correctamente. Las dos firmas que recibieron estas inspecciones fueron Molinos, de Pérez Companq y Mastellone, la firma de origen rodriguense.
A estas firmas se les pidió "brindar información y respaldo documental sobre precios, volúmenes de producción y ventas por canal de comercialización de los últimos meses", según salió publicado en medios nacionales. Vale aclarar que entre ambas empresas tienen más de 100 productos del total de los incluidos en "Precios Cuidados", por lo cual, en el gobierno evalúan que la empresa de nuestra ciudad no está abasteciendo los productos que incluye en ese acuerdo en el nivel que debería.
La Provincia evalúa que "ante un contexto de estabilidad cambiaria, políticas destinadas al sostenimiento de la oferta y acuerdos entre el gobierno y las empresas alimenticias, no se evidencia las razones del desabastecimiento que denuncian las cadenas" y pidieron que se justifique por qué se incumple este acuerdo.
Según se informó, las empresas tienen "un plazo perentorio" para mandar la información a la Subsecretaría de Desarrollo Comercial y Promoción de Inversiones de la Provincia de Buenos Aires.
De política y más alcances:
El ministro Guzmán viene sometido a mayor presión interna de su gobierno que la que le propina incluso el FMI a la hora de marcar dirección a la política ecconómica argentina. En medio de los cruces de cara al 2023, con el kirchnerismo asomando que podría elegir su candidato en una interna y los albertistas arengando con que eso suceda, el oficialismo juega peligrosamente a la ruptura, aunque no falta quien analiza que todo esto pasa con la idea de quitar de todo foco a la oposición, que demasiado tranquila venía aprovechando que los índices bajos de aprobación de la economía terminaran de desgastar al Ejecutivo mientras definen su propia conducción y dicen poco y nada sobre su plan al respecto de lo que harían en 2023.
Ahora, la interna del propio gobierno tomó la primera plana y la oposición no puede capitalizar totalmente el producto del enojo. A nivel local y regional, por ejemplo, un hombre clave en lo gremial y lo político, el dirigente de Atilra Heber Ríos, salió días atrás con fuertes comunicados respaldando el lado kirchnerista más ligado a Máximo Kirchner en su embate contra la política económica.
No es un secreto que su espacio apoya la posible vuelta de la conducción de CFK y al bando de "La Cámpora". En su mismísimo twitter publica pintadas arengando a esa conducción de la vicepresidente y el 9 de mayo lanzó un comunicado en Página 12 que junto a otros gremios insta a que no se permitan aumentos de tarifas que "el bolsillo no soporta".
En un hilo de tweets, el dirigente sindical además se opuso a los que frente a los que "prefieren no hacer ruido y evitar tomar las decisiones que hay que tomar para cuidar su quinta para no ofender a los poderosos y evitar un incómodo titular en los medios".
De este modo, con este marco social, político y económico, el impacto de los próximos meses en esta interna y de cara a lo que pueden ser las candidaturas de un peronismo unido o agrietado de cara al 2023, Gral. Rodríguez, por tener a la fábrica láctea más importante, será sin dudas escenario de más capítulos por venir en esta máquina de conflictos que es el país desde ya hace bastante tiempo. Conflictos que por otro lado, parecen nunca tener un descenlace o resolución y que de no salir de ese estadío, parecieran estar carcomiendo las bases de la confianza social en el sistema, algo muy riesgoso incluso para los que lo implosionan desde las distintas huestes partidarias, donde no hay acuerdo de destino ni entre los parecidos.
Enlace de Clarín: https://www.clarin.com/economia/kirchnerismo-sigue-metiendose-economia-axel-kicillof-intimo-empresas-desabastecimiento_0_7tkmp8wMyy.html
