Sociedad 18 MAY 2022

¿Por qué es muy necesario el censo para General Rodríguez, incluso más que para otras ciudades?

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Nuestra ciudad tiene según el último censo, realizado allá por 2010, un total de apenas 87.185 personas. En ese censo, que se calcula que tuvo muchos problemas para su ejecución (sucedió el día de la muerte del ex presidente Néstor Kirchner) la ciudad tuvo un número censado que se calcula que era ya inferior a los residentes reales y eso afectó mucho al desarrollo de la ciudad. En esta nota, explicamos por qué.

Esto no es nuevo, desde hace al menos ocho años que los que estamos en esto de la información, lo oímos. "General Rodríguez es un pueblo que se hizo ciudad muy rápido, sumando los problemas y características del Conurbano a una ciudad de corte histórico rural y eso generó que tengamos los problemas de los dos ámbitos", nos decía seguido el análisis de diversos discursos políticos que en eso al menos, concordaban desde el Honorable Concejo Deliberante. Entonces, estaban de acuerdo en que estaba mal, pero el censo no se podía hacer, supuestamente, hasta 2020. Cuestión que por la pandemia se estiró hasta este 2022.

El problema es que a la hora de gestionar beneficios estructurales, la cantidad de afectados importa y mucho. Para cualquiera que estudia o trabaja en Capital Federal, no es anormal escuchar seguido que General Rodríguez es un pueblito donde no hay mucho más que La Serenísima, el Municipio y campo (en los últimos años, con la conurbanización y nuestra política local se han agregado muchos sucesos que no son necesariamente buena publicidad tampoco). De modo que cuando un funcionario local tiene que ir a solicitar obras de escuelas, agua potable, asfaltos, rutas, puentes, pluviales, iluminación, lo que inmediatamente revisa el ministro o secretario correspondiente en la gobernación, es un frío número: ¿CUÁNTOS HABITANTES TIENEN? "A la cola, nos dicen, seguido", admiten funcionarios de varias gestiones. "Hacer 500 metros de asfalto en Moreno puede afectar a más gente que acá, lo mismo con conexiones de servicios", nos mencionaban en ese entonces.

La realidad es que muchos datos ya venían indicando que la ciudad tiene por lo menos, 130 o 140 mil habitantes hoy en día (Edenor evaluaba alrededor de 150 mil), pero si uno revisa el censo de hogares que se hizo antes que el de hoy, dio más de 55 MIL HOGARES (en 2010 eran 24.926), es decir, que la cifra podría incluso trepar muy cerca de los 200 mil vecinos (más del doble). Esto serviría para tomar dimensión del crecimiento suburbano del distrito y de por qué a menudo sentimos que estamos "explotados" de necesidades y problemas.

Sin dudas, un pueblo que carece de infraestructura en múltiples ámbitos y que viene retrasado en más de cuatro décadas o cinco, en una caída al vacío entre la necesidad creciente y lo histórico disponible, lleva a pensar que esto sólo puede empeorar. Podemos encontrar muchas razones a por qué se llegó a esta situación, sin dudas, la enorme desregulación en el tema inmobiliario y la cantidad de negociados hechos con terrenos son enormes responsables, que tienen a muchos participantes y ningún condenado, aunque hay muchos más factores.

No hay que olvidar tampoco que la ciudad ha tenido sí la suerte de que los gobiernos locales siempre tuvieron el mismo signo que los nacionales y provinciales, lo que sirvió para que al menos los desarrollos de PLUVIALES EN EL CENTRO, BARRIOS ALEDAÑOS Y AHORA GÜEMES, sí se pudieran avanzar, como una de las poquísimas políticas de Estado que se coordinaron.

Resta mucho, muchísimo. También hay que ver a qué ritmo crecerá el distrito en adelante (posiblemente pasemos a Luján no sólo en cantidad, sino en proyección, por la composición etaria de la población) y saber exactamente cuánto y de qué cosa se necesitará URGENTE proyectar para el futuro, para que los gobiernos sucesivos, dejen de aprovechar como hasta el día de hoy, la enorme carencia, para debatir políticas reales con números concretos y puedan decir "a calzón quitado" lo que de verdad se necesita y si se puede o no se puede conseguir y que no todo quede en la muñeca de un dirigente de turno definir si en los próximos 10 años se harán más caminos o escuelas, o salitas o lo que sea.

Es hora de que la ciudad, ya asumida como tal, dé un paso al frente de participación y se asuma como tal. Ya no somos chicos, ya crecimos, debemos madurar rápido, o el rumbo del futuro tendrá lo peor de los ámbitos que manejamos y esto es absolutamente opcional. Si definimos un camino sensato y autoexigente, lejos de los individualismos y de las chicanas convenientes, hay un futuro enorme. Si nos replegamos en lo mínimo y seguimos apoyando la enorme hipocresía de las intenciones mientras no se debate el fondo, ni los medios, estamos de cara a un futuro muy sombrío y triste.

Y una buena manera de dar el primer paso como comunidad, es hacer bien este censo, revisar los datos y con todas las estructuras sociales, MIRAR LA INFORMACIÓN, MIRARNOS AL ESPEJO, dejar de pasar la pelota para que "lo resuelva otro" y decidir qué queremos ser y hacia dónde ir. Y no tener que preguntarlo al líder de turno. Es hora de proponerlo como comunidad, participando, para que nunca más pasen tres décadas o cinco sin pensar en el futuro, mientras algunos deciden por todos y tenemos que festejar pequeños avances en un mar de deudas interminables.

Ahora resta ver si ya como ciudad, nos animamos en serio, o si nos quedamos en la timidez y en la mediocridad. Pero después, si no lo hacemos, a no quejarse. Hoy, empieza la oportunidad de animarnos a enfrentar lo que somos, sacar una foto del distrito y darle una dirección.

Si analizamos bien los datos y comprendemos las prioridades a sabiendas de cuánto y qué nos falta, serán los partidos políticos los que se adapten a esos planes comunales y así es más probable que tengamos políticas reales y sostenibles de Estado, que esperando que los actuales partidos o frentes las debatan de manera abierta, con el temor de tener que admitir todo lo que en realidad, sería muy difícil de hacer.

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