Seguridad 13 JUN 2022

La requisa que desencadenó la violenta pelea entre barras de Alem con la Policía

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Los incidentes tras el partido de Alem del domingo 12 de junio dejaron a 7 barrabravas del Lechero detenidos. Cómo fue la requisa que desencadenó el feroz enfrentamiento con la Policía.

Los disturbios se produjeron pasadas las 18 cuando la Policía hizo una requisa en un colectivo de La Perlita estacionado en las inmediaciones del estadio y en el que había llegado parte de la barra brava del Lechero, proveniente de la vecina ciudad de Moreno.

Al revisarlo, los agentes encontraron un revólver marca Tiber calibre 32 con municiones y cuatro cuchillos. Tras la finalización del encuentro, que terminó 0-0 contra Excursionistas, los barras volvieron al ómnibus y los uniformados procedieron a arrestar a los primeros sujetos que iban llegando (siete en total: el chófer y seis más), desencadenando la furia del resto, que comenzaron a insultarlos y a agredirlos.

Hubo corridas y dos focos principales de enfrentamientos: uno en la calle Mariano Moreno al 500 y el otro en Balcarce al 200, donde testigos mencionaron que hubo una "lluvia de piedras" contra los uniformados. Incluso mencionaron que rompieron cordones para obtener los cascotes con los que los atacaron. La Policía, por su parte, respondió con balas de goma.

De acuerdo a lo que se supo, hubo siete arrestos. Y aunque se temía un posible enfrentamiento entre "la barra de Moreno" y la del Fonavi, esta última no habría ido a la cancha el domingo. De hecho, por ese riesgo, el operativo había sido de 120 policías, pero no se pudo evitar nuevos incidentes.

Aún se aguarda si trascienden los nombres de los detenidos y en especial si la justicia va a avanzar de una vez por todas en una mayor medida o si hay que seguir viendo de manera regular estos tristes episodios hasta que terminen mucho peor. 

El temor de los vecinos y la necesidad de respuesta de las autoridades

Tras los incidentes, vecinos relataron que fueron agredidos y manifestaron su angustia y temor porque los barras fueron rompiendo todo a su paso. Destrozaron al menos cuatro autos estacionados y también la fachada de algunas casas. Hubo una mujer de la calle Balcarce que tras ver destruido un módulo de la puerta de su garage por un enorme adoquín, recibió un pedazo de baldosa en el pecho por parte de uno de los barras, estando ella dentro de su casa, cuestión que contó llorando a nuestro medio, apesadumbrada por lo vivido horas atrás. Muchos vecinos temen manifestar lo vivido ayer a las autoridades y no sienten estar ni protegidos ni comprendidos por las autoridades del municipio ni del club.

El conflicto reavivó el enojo, luego de las quejas menores, pero importantes, que habían aparecido por el recital de Don Osvaldo en el estadio de Alem, que también modificó durante un fin de semana la vida de quienes residen en esa zona del centro.

Lo cierto es que estos disturbios constituyen el tercer episodio de conflicto y desmanes que ocurre de forma consecutiva tras un partido de Alem como local. Incluso ante los rumores de pelea entre las facciones de la barra brava y la ampliación del operativo policial, no se ha podido frenar la violencia y desde la Justicia han deslizado la imposibilidad de avanzar con causas penales por la falta de testigos que puedan declarar, dado que tienen miedo a represalias.

Sin embargo, más allá de esa situación, en un mes no se ha podido avanzar en averiguaciones que permitan detenciones y una jornada de fútbol que transcurra en paz en General Rodríguez. El escenario ya demanda, a estas alturas, que se manifieste la política local al respecto y que se tomen otras cartas en el asunto, dado que los perjuicios para los vecinos de la zona han sido muy altos y se necesita una respuesta de las autoridades y un punto final a estos conflictos que parecían haberse ido y que ahora dejan otra vez en la vergüenza a la ciudad. 

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