Sociedad 15 JUN 2022

A seis años de la noche de los bolsos de López: el temor que reveló el vecino que lo denunció

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El martes 14 de junio de 2016 por la madrugada, el ex secretario de Obras Públicas, José López, quedó grabado cuando pretendía esconde casi 9 millónes de dólares y un fusil en un convento del barrio San Bernardo. Jesús Ojeda, el vecino que llamó a la Policía, habló sobre aquella noche.

Aquella madrugada, José López tocó el timbre de ese convento de las Mojas Orantes y Penitentes Nuestra Señora del Rosario de Fátima, pero no le abrió nadie. Llevaba tres bolsos con casi 9 millones de dólares y un fusil, que intentó esconder allí arrojándolos por encima del portón y saltando detrás de ellos.

No tuvo éxito: un llamado a la Policía permitió su detención y hoy cumple una condena de seis años de prisión por enriquecimiento ilícito, siéndole otorgada la libertad condicional en noviembre del año pasado. Su caso, fue uno de los más emblemáticos de la corrupción en Argentina. Y ocurrió en General Rodríguez.

El llamado a la Policía lo hizo Jesús Ojeda (52), que curiosamente esa noche no lograba conciliar el sueño y escuchó el motor del auto de López deteniéndose cerca de su casa. Observó la escena desde su ventana. Parece increíble: si las monjas le hubiesen abierto la puerta ni bien llegó, quizás el caso jamás se hubiese descubierto. Pero demoraron y Jesús vio toda la secuencia. Cómo López tardaba en salir, sintió miedo por la integridad de las monjas e hizo el llamado al 911.

"Llegué del reparto de pollos y me acosté a dormir, pero escuché unos ruidos afuera y salí a mirar. Había un auto y un hombre que tocaba el timbre que está al lado del portón. Él me vio, pero no me dijo nada. Tocó el timbre un par de veces y después empezó a tirar unas bolsas negras para el otro lado. En ese momento pensé que eran bolsas de residuos, porque no estaba bien iluminado, pero después resultaron ser los bolsos", relató a La Nación.

Y agregó: "Esperé un ratito porque tal vez entraba para avisar que estaba con el auto afuera y volvía, pero no lo hizo. Ahí me dije: 'Este le va a hacer algo a las monjas'. Y llamé a la policía".

Jesús salió de madrugada a buscar a su esposa que trabajaba de noche en General Rodríguez. Al volver, se encontró con los móviles policiales y López esposado. Relató que los policías le dijeron que mire lo que había en los bolsos, pero él estaba más preocupado por las monjas, hasta que le dijeron que estaban bien y pudo comprobar los fajos de billetes y billetes que conformaban esos 8.982.000 dólares.

Su relación con las monjas del convento

En el convento residía el arzobispo emérito de Mercedes-Luján, monseñor Rubén Di Monte, pero falleció unos meses antes de que trascendiera el escándalo de "los bolsos de López". Durante los 90 tuvo estrecha relación con el ex presidente Carlos Menem, con el matrimonio Kirchner y el ex ministro de Planificación Federal, Julio De Vido.

Jesús, sin embargo, contó su relación con las monjas que a diario veía allí: "Primero me llevaba bien, pero después me enojé. Lo que yo hice fue pensando en su seguridad, pero ellas me miraban con una cara... Un día le dije a la hermana Inés: 'Discúlpeme hermana, yo pensé que le iba a pasar algo a usted. Nunca me imaginé una cosa así'. Ella me respondió que estaba bien, que era bueno tener vecinos así, y ahí quedó todo. Pero después me seguían mirando mal, muy mal. Se paraba en el patio del convento y miraba directo para acá con mala cara. Entonces me cansé y le dije: 'Hermana a mí no me mire mal, yo no me imaginé una cosa de estas, pensé que le iba a pasar algo a usted' y ella me dijo 'no, está bien' y le respondí 'bueno, entonces deje de mirarme'. Después se fueron. Dicen que viven cerca, a unas cuadras, pero yo no las vi más".

Luego, reveló que "después seguí mi vida normal, repartiendo pollos, pero con cuidado. La gente te llena la cabeza: me decían que iba a tener problemas, que me tenía que cuidar... Hace ocho meses que estoy desocupado, pero parecen dos años. Se rompió la camioneta con la que repartía los pollos y el dueño no la quiere arreglar. Me dijo que no se puede repartir más pollos, así que ando buscando trabajo, de lo que sea. Más ahora por cómo está la situación del país". 

Y confesó que no sufrió ningún tipo de amenaza."La realidad es que tampoco fue algo que yo hice a propósito. ¡Yo no sabía quién era el hombre! Me preguntaron muchas veces si lo conocía o cómo no lo había visto en la televisión, pero yo no sabía quién era. Igual cuando salgo miro antes, si me tienen que hacer algo que me lo hagan a mí y no a mi familia", explicó.

Finalmente, le preguntaron si volvería a actuar de la misma manera aquella madrugada. "Sí. Siempre digo si uno está en la puerta de una casa tocando el timbre, perfecto, no hay problema. Pero si nadie sale a abrir y esa persona salta el portón, yo voy a denunciar", cerró.

 

 

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