Solidaridad 8 AGO 2022

La angustiante situación de una rodriguense que necesita ayuda de la comunidad: "Tengo muchas ganas de vivir"

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Agustina Cicardi tiene 31 años y padece una cardiopatía congénita por la que atravesó ya dos operaciones. Hace una semana, un estudio le arrojó que necesita una nueva cirugía, que es muy costosa, inalcanzable para su economía y la de su familia. De no ser operada, corre mucho riesgo su vida.

Agustina debe atravesar una ergometría para determinar el valor de una válvula que deben colocarle en el corazón. Esa válvula tiene un costo de U$S 40.000 y la cirugía, al ser híbrida (una parte es "a corazón abierto") y no hacerse en hospitales públicos, tendrá que ser realizada en el Hospital Austral, Fundación Favaloro o el Hospital Italiano. Calculan que el costo podría ser el mismo que el de la válvula.

La rodriguense contó a La Posta que "trabajo en negro" como cocinera y que por su incapacidad visceral tiene una Pensión No Contributiva (PNC) de la que le descuentan un aporte para el programa "Incluir Salud". Sin embargo, este no le cubre la operación ni el costo del insumo.

"Incluir Salud no la podes dar de baja. Ni las obras sociales te aceptan con antecedentes de cardiopatías tan grandes y si quisiera pagar una prepaga, me rechazan", explicó y argumentó que no sabe "a dónde van esos fondos" porque el programa tampoco le cubre los medicamentos.

Ya tiene turno para la ergometría, que cuesta $62.000 y se realizará en el Hospital Italiano. Luego, con la medida de la válvula que su corazón necesita, deberá programar la operación, que debe hacerla en los próximos seis meses. De no hacerlo, crece el riesgo de muerte.

Por eso, su familia impulsa una campaña solidaria para pedir ayuda para conseguir el dinero necesario. Solicitan también la difusión del caso para que la historia llegue a más gente y se puedan articular los resortes necesarios que permitan donaciones que le den a Agustina esa posibilidad de seguir viviendo.

"Tengo una hija de 10 años, una familia y amigos que me están ayudando. Siempre trabajé, soy una persona agradecida, me cuido, hago deporte y tengo muchas ganas de vivir", dijo la mujer, vecina del barrio Bicentenario. Y cerró, con optimismo: "Soy una persona que nunca baja los brazos y que no se va a rendir. Mi semblante va a ser el mejor siempre porque de eso se trata. Todo va a salir bien".