Terminada jornada sabatina de la 48° Peregrinación a Luján, la tradicional y masiva afluencia de gente por General Rodríguez evidenció mayores controles en la venta de bebida alcohólica pero situaciones de desorden en el casco céntrico con los colectivos.
Si bien hay miradas dispares sobre la concurrencia (no se vieron tantos grandes grupos de personas pero también hay quienes aseguran que la convocatoria es mayor a la de otros años, aunque no es unánime), se vieron menos puestos de venta de comida (menos de la mitad de los que solía haber) y mayores controles en la comercialización de bebida alcohólica en esta nueva edición de la Peregrinación a Luján.
Aunque se dispusieron operativos de tránsito en Moreno, General Rodríguez y Luján para ordenar el avance de la peregrinación, lo cierto es que en nuestra ciudad se vieron situaciones de desorden en el casco céntrico. Dio la sensación de que faltaron en la organización muchos de los voluntarios que, en ediciones anteriores, solían ayudar durante la jornada. Parece que el Municipio no hizo esa convocatoria este año y los que son de las áreas específicas no daban abasto.
Los colectivos que trasladan a los fieles hicieron maniobras peligrosas en algunas calles céntricas y circularon hasta en contramano hasta por alrededor de la Plaza Central, donde estacionaron. Allí, incluso, mucha gente se quedó a descansar y comer, algo que genera rechazo en algunos vecinos y comerciantes, pero que también es aceptado por otros.
Lo que más llamó la atención era que hasta estacionaron colectivos frente a la puerta del Municipio, en la esquina, casi una afronta a la intención de que esto no suceda, además, tras años donde eso se había mejorado bastante. En este sentido, parece que el operativo estuvo lejos de ser suficiente en varios puntos, pero el de los colectivos fue el peor, sin dudas y el que más enojo trajo.
Afortunadamente, el resto de las cuestiones sí fue en paz y al momento no se reportaron más cuestiones, de modo que si sigue así, sólo restará que se eviten problemas de tránsito tras pasar el grueso de la gente y que la limpieza se haga en todas las zonas impactadas de la manera más ágil posible.