Motochorros le pusieron un arma en la cabeza a un nene de 11 años para robarle a su hermano mayor

Los delincuentes amenazaron así al hermano mayor del chico para que les entregue su bicicleta. Afirman que no les quisieron tomar la denuncia.

Un vecino de General Rodríguez vivió una verdadera pesadilla cuando regresaba a su hogar con su hermanito de once años, en la bicicleta que usa todos los días para ir a trabajar. Dos motochorros aparecieron y robaron violentamente la bici que con muchos meses de esfuerzo había comprado. Apelan a la solidaridad de los vecinos para recuperarla.

El hecho ocurrió el viernes alrededor de las 21 horas, en el puente peatonal que cruza Acceso Oeste, en intersección con la Ruta 24. Ezequiel Merlo, hermano de la víctima, relató lo sucedido a La Posta: “Ellos estaban cruzando el puente peatonal cuando aparecen dos pibes, que son los mismos que están robando en todo General Rodríguez, que andan en una 110 negra sin plásticos y sin luz. Uno de ellos se baja y le apunta a mi hermano en la cabeza, con un arma 9 mm. Como mi hermano se intentó resistir al robo, le apuntó en la cabeza a mi hermanito, y ahí le sacaron la bicicleta”. 

Los hermanos vieron con resignación y bronca cómo los dos ladrones huían en dirección al barrio Los Naranjos. Luego de dejar a salvo al más pequeño, la víctima se encontró con el tercer hermano, y ambos se dirigieron a hacer la denuncia a la comisaría, pero aseguran que no pudieron realizarla. “No nos quisieron tomar la denuncia. Fuimos desesperados y solo nos dijeron ‘siéntense ahí y esperen’, nadie nos dio importancia, nos dejaron una hora ahí sentados mientras ellos hablaban, nada más, y le dije a mi hermano ‘vámonos, ya está’, porque cada vez nos sentíamos peor”, contó Ezequiel.

La bicicleta es una Olmo todoterreno negra con azul, rodado 29. Su hermano, que trabaja de ayudante de albañil, estuvo cinco meses juntando el dinero para poder comprársela. Hacía solo tres que la tenía, y ahora se la robaron. La familia no pierde la esperanza de encontrarla, y apelan a la solidaridad de los vecinos, por si alguno la ve. Como marca para reconocerla, tiene grabado el número de DNI en el cuadro de la bicicleta. “La verdad estamos muy mal. Mi hermano lloró de la bronca”, contó Ezequiel, y entre tanta angustia agradece “a Dios que no dispararon, porque la verdad te matan por nada”.