Seguridad 11 JUL 2023

Las secuelas que le quedaron a una rodriguense tras una pesadilla que vivió en Luján: "No fui nunca más..."

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Yamila Acosta, de 32 años, sufrió una brutal golpiza en la madrugada del domingo 10 de julio del 2022 en la zona de la terminal de colectivos de la vecina ciudad, horas antes de la trágica tarde en que barras de Alem mataron a un hincha de Luján en el clásico del Oeste.

La mujer había ido a un restaurante junto a su novio y contó que "al salir de allí, tuvimos una discusión y él se volvió por su cuenta y yo por la mía. Estaba sola en la terminal y vi cómo un grupo de chicas le pedía un cigarrillo a un hombre grande y quisieron atacarlo. Yo lo defendí y me empezaron a pegar a mí entre varias, no recuerdo cuántas eran, pero eran jovencitas, morochas y de ojos negros. Me dieron una paliza y después les pregunté por qué me habían hecho eso, con qué cara iba a mirar a mi hija y volvieron para seguir golpeándome".

Yamila relató que "en un momento una me sacó mi pañuelo y me dijo 'mirá, me quedo con tu trapo' (conducta "de cancha") y no recordé más nada hasta abrir los ojos cuando me estaban subiendo a una camilla para llevarme al hospital. Como me había escondido el celular, no me lo sacaron, entonces lo llamé a mi novio y le avisé lo que había pasado y él fue a verme y me estuvo acompañando todos estos días que estuve haciéndome estudios médicos".

La víctima se hizo tomografías en el Hospital Posadas para evaluar su cabeza tras los golpes. Al principio le costaba caminar porque no lograba ver con los dos ojos, dado que tenía sangre coagulada en uno de ellos y debió someterse a una operación para no perder la vista. Dijo a La Posta que "me colocaron malla de titanio, tornillos y fresas. Los médicos que me atendieron en el Posadas hicieron muy bien su trabajo, veo diez puntos, sólo me molesta los días de humedad, que me duele, pero por suerte no tengo que usar lentes ni nada".

Sin embargo, hay otras secuelas que pesan un poco más. "Llevo una vida normal, pero a Luján no fui nunca más. No volví a ir más de noche, ni a bailar, ni a pasear. Y durante el día habré ido cinco veces, como mucho, en todo este año que pasó. No te dan ganas de ir si sabés que la gente está local y que por nada te pegan, y más si sos de General Rodríguez".

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