Seguridad Sociedad 14 AGO 2023

Crimen de Fernando Pérez Algaba: detenidos, prófugos y la ruta de las escuchas telefónicas

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Cuatro hombres han sido arrestados en relación con el macabro homicidio de Fernando Pérez Algaba, el empresario de 41 años cuyos restos desmembrados fueron descubiertos en un arroyo de Ingeniero Budge, Lomas de Zamora. Las investigaciones también apuntan a otros dos sospechosos, quienes admitieron haber estado con la víctima el día de su desaparición.

Lo que se sabía hasta ahora era que el empresario estuvo en General Rodríguez, donde mantuvo una reunión en el predio del country Renacer con dos ex socios llamados Maximiliano Pilepich y Nahuel Vargas, que le debían dinero y ese día, según dijeron, se encontraron para pagarle. Ellos son buscados intensamente por la Justicia, dadas las insconsistencias de su relato.

En tanto, se hicieron allanamientos varios (hubo en General Rodríguez también), motivados por el último registro de actividad del celular de Pérez Algaba en la localidad de Hurlingham, luego de ser asesinado en General Rodríguez, y durante la madrugada hubo movimientos y entrecruzamiento de llamadas entre varios sospechosos. Así, se produjeron cuatro detenciones: se trata de Matías Ezequiel Gil, Fernando Gastón Martín Carrizo y Luis Alberto Contreras, que enfrentan acusaciones graves en relación con el homicidio.

El fiscal Marcelo Domínguez, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción N° 5 de Lomas de Zamora, lidera la investigación y ha pedido siete órdenes de arresto al juez Sebastián Monelos del Juzgado de Garantías N° 4 de la misma localidad. Dos de estas solicitudes fueron rechazadas debido a la falta de evidencia contundente.

De acuerdo con la acusación, el fiscal sostiene que el asesinato fue resultado de una planificación meticulosa por parte de los sospechosos, respaldada por comunicaciones telefónicas previas y posteriores al crimen. El grupo, supuestamente integrado por Matías Ezequiel Gil, Fernando Gastón Martín Carrizo, Luis Alberto Contreras, Alma Nicol Chamorro, Maximiliano Ezequiel Pilepich y Nahuel Sebastián Vargas, habría actuado con premeditación y dividido tareas para cometer el homicidio cuádruplemente agravado.

La acusación también establece que después de asesinar a Pérez Algaba, los implicados procedieron a desmembrar su cuerpo y empacarlo en distintos recipientes, incluyendo una valija roja, una mochila negra con insignias del Municipio de Lomas de Zamora y un envoltorio hecho de bolsas de nylon negro. Los restos fueron luego abandonados en el Arroyo del Rey.

El fiscal Domínguez resalta la premeditación del crimen al señalar la adquisición de una línea telefónica específica para coordinar los movimientos de los sospechosos y la abundancia de llamadas entre ellos. Con base en estas pruebas, ha solicitado 33 allanamientos para recolectar pruebas adicionales, incluyendo armas de fuego, dispositivos electrónicos, teléfonos y documentación.

La investigación del crimen de Fernando Pérez Algaba

El pasado 28 de julio, la camioneta Land Range Rover Evoque modelo 2012 utilizada por el empresario Fernando Pérez Algaba antes de su asesinato y descuartizamiento fue encontrada. Fue entregada por Maximiliano Pilepich, un constructor de Hurlingham -lugar donde se resgistró la última actividad del celular de la víctima posterior a su asesianto- en conflicto financiero con Pérez Algaba, quien acusó al empresario de estafa y amenazas. La camioneta había sido prestada como "garantía" por una deuda de U$S 150,000 que Pilepich y Nahuel Vargas, otro amigo, tenían con Pérez Algaba.

El día 18 de julio, Pérez Algaba se reunió con Pilepich y Vargas en General Rodríguez. Durante la reunión, los dos le entregaron los U$S 75,000 restantes de la deuda, y Pérez Algaba les devolvió la camioneta, quedándose con el dinero. Cinco días después, se encontraron sus restos en un arroyo en Lomas de Zamora.

Según la autopsia realizada a los restos del empresario, recibió dos disparos de arma de fuego por la espalda y le causaron una hemorragia aguda, que le produjo un paro cardio-respiratorio traumático. También presentaba una herida cortante en la espalda y golpes en el rostro, pero son lesiones realizadas con la víctima ya fallecida. El desmembramiento fue posterior a la muerte.

"Por los datos expuestos y los aportados por la instrucción, cuerpo desmembrado hallado en un arroyo, la muerte dataría de aproximadamente 5 a 7 días antes de efectuado este examen", explicaron desde la morgue judicial de Lomas de Zamora.

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