Conmoción en un club de barrio por la muerte de un camionero rodriguense muy querido
Se llamaba Matías Diez, tenía 42 años y trabajaba como chofer de camiones en La Serenísima. El martes 17 de octubre se descompensó durante una reunión en el club Italianos Unidos (donde su hijo de 11 años jugaba al fútbol) y terminó falleciendo.
El sindicato de Camioneros de Luján-General Rodríguez lo despidió con un posteo en sus redes sociales, señalando que "compartimos nuestro más sentido pésame con todos sus compañeros, amigos y familia". Y hubo múltiples muestras de afecto y tristeza por su muerte.
Matías vivía junto a su mujer y sus tres hijos (su nene de 12 y dos mellizas de 22 años de edad que eran fruto de una relación previa de su mujer pero que él había criado como suyas). Su hija, Celeste, expresó en las redes sociales que "me dejaste gordo. ¿por qué loco? Tan buen hombre tan buen padre. Me quedo con todo lo bueno que nos generabas. Los valores de la vida que nos dabas..
gracias por criarme y formarme como soy luchadora y trabajadora como vos. Qué injusta es la vida. Te voy a recordar todos los putos días de mi vida. Me dejaste vacía. Pero voy a poner fuerzas y salir adelante por mamá y por tu hijo Nachito. Te vamos a recordar siempre siempre. Nunca nos olvidaremos de vos".
El hombre, que trabajó durante 22 años en la fábrica de La Serenísima, falleció de un infarto durante una reunión en el club Italianos Unidos, ubicado en la calle Solanet, que desde su familia mencionaron como un encuentro muy tenso a raíz de conflictos que se originaron por algunas situaciones ocurridas en la institución (su mujer era integrante de la Comisión Directiva) y que le generaron a él un enorme disgusto. Su fallecimiento causó conmoción en los padres de decenas de chicos que concurren a la escuelita de fútbol de la entidad.
Tras su deceso, en el club se le hizo un homenaje. Matías, como contó su familia, había colaborado en múltiples ocasiones con donaciones y tareas realizadas para mejorar la labor cotidiana de la institución. Desde aportar recursos, atender la parrilla en días de partidos y hasta cortar el pasto del predio.
