Tras la difusión del ataque a piedrazos a un colectivo de la línea 410 de la empresa Atlántida en la noche del sábado 10 de mayo, trascendieron otros episodios similares en la traza de la Ruta 7. Quejas de lo vecinos que circulan por allí tanto en transporte público como en vehículos particulares.
El sábado, autores ignorados arrojaron un piedrazo a un 410 que circulaba sentido a Luján. Un pasajero contó "sentimos una explosión y vimos que nos habían arrojado una piedra del lado izquierdo, venía de las vías del tren. Era una de las piedras que están debajo de las vías. Rompió el vidrio y dos chicas jóvenes sufrieron unos cortes superficiales en la cara".
Contó el hombre que algunos pasajeros fueron levantados por un colectivo de la línea 365 y otros se quedaron esperando la asistencia de los servicios de emergencia.
Pero no fue el único hecho de ese estilo ocurrido en estos días. De hecho, una mujer denunció que el sábado a las 19, una hora antes del ataque a la unidad de la 410, fue apedreado un colectivo de la línea 365 en la Ruta 7 a la altura del barrio Raffo (ver aparte). Y un hombre también reportó que iba en su auto y también recibió un piedrazo en la misma noche a la altura de una conocida maderera, también cerca de donde ocurrieron estos últimos hechos.
Algunos creen que la oscuridad en el lugar le sirve a los vándalos para accionar en esa zona, a metros de las vías, desde donde se arrojan los proyectiles. "Siempre que bajo en esa parada de Ruta 7 y Vicente López, no hay nada de luz, no se ve absolutamente nada y tengo que iluminar con mi celular", contó un joven.
Además de estos hechos en la Ruta 7, otro vecino dijo que en la Ruta 28 atacaron a un colectivo de la línea 276 (La Nueva Metropol) en la noche del viernes. Y todo se suma a las más de cinco unidades de la línea 57 apedreadas en la zona del Acceso Oeste durante la madrugada del paro de colectivos del martes 6 de mayo.
"Pudo haber sido peor"
Con relación al ataque sufrido por un interno de la línea 365 a la altura del barrio Raffo, una mujer comentó que "veníamos con mi hijo de 3 años un asiento atrás de donde explotó el vidrio, porque tiraron una piedra hacia el colectivo. Nadie resultó herido pero sí llenos de vidrios por toda la ropa. El colectivo no paró hasta la parada del Cementerio que cortó el recorrido" y agregó que "es la misma metodología que la del 57. Fue un susto grande, pudo haber sido peor porque íbamos cerca del vidrio que explotó. Había nenes y mamás embarazadas también".
Por último, indicó que "mi amiga fue la que sacó las imágenes y la línea le pidió ser testigo. Ojalá se pueda hacer algo con alguna iluminación, porque está todo oscuro y se puede evitar cualquier tragedia".