
Engaños, esclavos y homicidios: cayó una banda narco que operaba en General Rodríguez, Moreno y José C. Paz
Policías de la delegación Moreno de la Superintendencia de Investigaciones del Tráfico Drogas Ilícitas hizo 9 allanamientos en distintas zonas de Cuartel V y José C. Paz donde además de secuestrar drogas hubo detenidos y el rescate de ciudadanos de nacionalidad paraguaya que eran traídos engañados desde su país, secuestrados y obligados a vender estupefacientes.
En total, se secuestraron casi 5 kilos de marihuana, unos 100 gramos de cocaína y 50 gramos de Paco. Además, también se incautaron armas, $2 millones en efectivo y contador de billetes. Y se rescató a jóvenes que se encontraban secuestrados por los narcos: eran jóvenes a los que habían traído para supuestos trabajos de albañilería y que terminaron secuestrados, torturados con golpes, privación de sueño y hambruna, y custodiados por individuos armados. Algunas de estas víctimas fueron aprehendidas por las fuerzas de seguridad. Están próximos a ser liberadas y repatriadas. Habría dos con asistencia por parte del Municipio de Moreno.
Según Semanario Actualidad, la banda comenzó a investigarse a raíz de dos asesinatos. Uno fue el martes 2 de julio del año pasado, en la esquina del pasaje Cabral y Frey Luis de León del barrio San Francisco (Moreno), delincuentes balearon a César Olguín de 24 años. Olguín era integrante de una banda dedicada a la venta de drogas. Presumiblemente, se habría apropiado de dinero que debía rendir. Eric González y Juan Caballero lo habrían ejecutado en represalia. Olguín recibió un plomo en el abdomen. Murió días después en el hospital Mariano y Luciano de la Vega. González y Caballero fueron detenidos.
La UFI 12 determinó que uno de los puntos de venta de esta banda era una vivienda ubicada en las inmediaciones de la escena del crimen. El allanamiento se realizó en la mañana del sábado 6 de julio del 2024. Allí secuestraron 339 dosis de cocaína, marihuana, elementos de corte de droga y teléfonos, además de cinco detenidos (una mujer).
En el barrio donde se ubicaba esa vivienda, el terror se había adueñado de las calles: sujetos armados de esta banda patrullaban la zona amenazando e intimidando a quienes se quejaban de su actividad ilícita. Así, balearon frentes de casas e incluso dispararon contra vecinos y sus familias. Además, la codicia los hizo irrumpir en otros territorios para ampliar el negocio. Y el 7 de julio de 2024 en barrio San Norberto (Moreno), llegó otro crimen por ajuste de cuentas: el de Leandro Olivera.
En cercanías del lugar donde mataron a Cesar Olguín se habían hecho dos allanamientos en enero y mayo de este año con secuestro de algunas dosis de drogas, armas y detenciones. Incluso a fines abril se derribó una vivienda que funcionaba como búnker de droga: sin muebles, con colchones en el piso, un par de sillas, una mesa y una garrafa con pantalla para calefaccionar el ambiente. En todos siempre había poco stock de dosis de droga, porque los capos narcos manejaban el negocio tomando recaudos y querían evitar grandes pérdidas si la Policía irrumpía.
Sin embargo, Semanario Actualidad detalló que incluso durante la destrucción de un búnker que tuvo la presencia de Mariel Fernández, intendenta de Moreno, había otro punto de venta que seguía funcionando con normalidad a pocas cuadras de allí. Luego, también cayó y hubo apresados y más droga secuestrada.
Los esclavos paraguayos de los narcos
En las declaraciones que hicieron algunos de los aprehendidos (todos paraguayos) de los distintos allanamientos, contaron que una persona los había contactado en Paraguay y les ofrecía empleo en albañilería en Argentina, con altos sueldos y pasajes incluídos. Los subían al micro, los pasaban por migraciones y cruzaban la frontera. Una vez que cruzaban, ya los amenazaban para quitarles las cédulas de identidad, el dinero y los teléfonos celulares. Los recluían en búnkeres con la orden de vender drogas y los obligaban a cumplir turnos de 24 horas con 5 o 6 de descanso. Apenas les daban alimento.
Semanario Actualidad detalló que varios lograron escapar. Pero al desconocer el lugar dónde se hallaban y no conseguir ayuda, eran rápidamente recapturados. No era falta de empatía de los vecinos, era simple terror ante las represalias. Dentro de las edificaciones, los golpes se repetían contra los frustrados fugitivos. Las condiciones de hacinamiento se agudizaban. Permanecieron así durante meses. Contactaban a sus familiares con teléfonos provistos por la organización en ambientes.
Durante los allanamientos, fueron aprehendidos por la Policía y trasladados a cárceles donde también se encontraban individuos vinculados a sus captores. La declaración testimonial representó una suerte de liberación. Fueron protegidos por las autoridades, bajo condiciones privativas de libertad más laxas. Desde la Fiscalía contactaron con el Consulado de Paraguay, donde chequearon la veracidad de los datos brindados. Además aportaron otros testimonios con valor probatorio. También intervino la Procuraduría de Trata y Protección de Personas, dependiente del Ministerio Público Fiscal de la Nación.
Los detenidos en los 9 allanamientos y un prófugo
La Justicia pudo averiguar que el líder de la banda se llama Diosnel Portillo Acosta, de unos 40 años, alias “Piky” y de nacionalidad paraguaya. Mismo origen para su sobrino, René Portillo Martínez, de 24. Lo conocían como “Sicario”. Era su mano derecha. E individualizaron a un puñado de “tenientes”. Se sospecha que esta red proveía de estupefacientes a la banda liderada desde la cárcel por Gustavo Bellido.
Con estos datos, desde la UFI Nº 12 solicitaron nueve órdenes de allanamientos. La Dra. Adriana Julián, titular del Juzgado de Garantías Nº 1, las concedió. Y las ejecutaron, durante la tarde de este jueves 18 de julio, numerarios de la delegación Moreno de la Superintendencia de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas junto a otras dependencias policiales de la provincia. Casi un centenar de uniformados.
Seis de los allanamientos fueron en Cuartel V, en los barrios San Francisco, 5 de Enero, Mayor del Pino, Los Hornos y José C. Paz. Los otros tres, en el partido de José C. Paz. Durante las redadas los policías detuvieron a René Portillo Martínez. Cayó “El Sicario”. Junto a él, ocho integrantes más de la “Banda de Piky”, incluyendo dos mujeres. Todos fueron indagados este viernes pasado el mediodía por el Dr. Freydier. Se negaron a declarar. Fueron asistidos por abogados particulares. Sin embargo, aún está prófugo Disonel "Piky" Portillo Acosta, el cabecilla de la banda, quien tiene pedido de captura nacional e internacional.
La conexión con General Rodríguez
Fuentes oficiales locales han comentado que la banda no sólo vendía su droga en Moreno y José C. Paz, sino que también lo hacía en General Rodríguez, con "transas" en la vía pública. Sin embargo, se están investigando otras conexiones con nuestro distrito tanto con actores que puedan haber participado y coordinado la venta de la droga y con la posibilidad de otros búnkeres pertenecientes a esta banda. Incluso podría haber allanamientos en nuestra ciudad en el marco de la misma causa.