
La filial de Boca hizo un comunicado tras el violento ataque a dueños y empleados de un bar de General Rodríguez
Fue por los violentos hechos ocurridos en el local gastronómico Le Tite Club, donde dueños y empleados fueron atacados por un grupo de sujetos. En el video que trascendió, los individuos que se filmaron agrediendo al personal del bar llevaban puesta indumentaria o la camiseta del club Boca Juniors, lo que generó un repudio generalizado y una "pena" por cómo se manchaban los colores de la institución.
La Filial Boca Juniors General Rodríguez emitió un comunicado oficial centrado en repudiar los actos de vandalismo y violencia, y en aclarar su total desvinculación con los agresores.
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En el texto, la filial comenzó declarando que, "a raíz de los hechos de violencia ocurridos en Le Tite Club la noche del 18 de octubre, se siente en la obligación de aclarar que ningún integrante de su micro fue protagonista de dicho suceso".
La entidad de hinchas expresó "fervientemente su repudio a los actos de violencia y vandalismo ocasionados en dicho lugar". Subrayaron la tristeza de que "los colores que tanto amamos se vean manchados con hechos de esta índole" en la ciudad.
Para reforzar su postura, destacaron su trayectoria, señalando que "durante más de cuatro años viajando desde General Rodríguez a La Boca, nunca sufrieron ni atravesaron sucesos semejantes". Finalmente, la filial enfatizó que para ellos "Boca es y siempre será familia", por lo que quedaron a entera disposición de los afectados y manifestaron que seguirán "pregonando el respeto y repudiando la violencia".
El violento ataque al bar Le Tite Club en la noche del sábado
La violenta agresión ocurrió durante la noche del sábado, alrededor de las 23:20 horas, en el local gastronómico Le Tite Club, ubicado en avenida Italia y Los Pinos del barrio Escasany, cerca del límite con el casco urbano de General Rodríguez.
La situación se desató cuando tres hombres, que habían estado consumiendo cerveza, intentaron retirarse del lugar sin abonar la cuenta y llevándose los vasos. Un mesero advirtió esta acción. La propietaria salió a la vereda con su esposo, y les gritó a los hombres que se fueran, ofreciéndoles: “¡Váyanse, no les voy a cobrar la cerveza, se los regalo!”.
Los tres clientes regresaron al local de forma violenta, comenzando el ataque. El tenso y dramático momento duró poco más de 10 minutos. Los agresores arrojaron vasos, hiriendo a los presentes.
La comerciante y dueña sufrió un corte en el dedo meñique. Su esposo resultó lesionado en el rostro.
Uno de los repartidores, intentó intervenir para ayudar al dueño, tomando un palo para intentar separarlos.
Los agresores se retiraron y volvieron a ingresar minutos después, arrojando mesas y sillas dentro del local. Finalmente, tras varios intentos de comunicación al 911, llegó la Policía. Las autoridades lograron detener a uno de los agresores, quien se había escondido a unos 20 metros del comercio, mientras que los demás lograron escapar.
Según la denuncia policial, el detenido amenazó con prender fuego el bar antes de ser trasladado. La dueña del establecimiento denunció que los atacantes advirtieron que "iban a volver para quemar todo".
El hecho quedó caratulado como “Lesiones, daños y amenazas” y está bajo investigación judicial del Departamento Judicial Moreno-Gral. Rodríguez.