Ecología 22 OCT 2025

Vecino registró cómo volvieron a arrojar basura en el monte del Hospital

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El viernes 17 de octubre por la mañana, un vecino documentó, una vez más, el arrojo ilegal de residuos en la calle Teresa de Calcuta, a pocos metros de la Ruta 24, en la zona denominada como "Monte del Hospital", que está protegida por una ley provincial y, sin embargo, sufre recurrentes arrojos de residuos.

El registro fílmico del vecino, llamado Carlos, fue capturado mientras realizaba su caminata diaria y muestra la magnitud de la irresponsabilidad ambiental. Según la denuncia del vecino, una camioneta perteneciente a un mecánico fue vista arrojando elementos que contenían grasa Entre el material desechado se distinguen motores, partes de motores, aserrín, y recortes de alguna carpintería. Carlos estimó que el punto de arrojo se encontraba a solo unos 70 metros de la salida a la Ruta 24.

La frustración del vecino es palpable, ya que este incidente se suma a una serie de vertidos que han convertido a la calle Teresa de Calcuta en víctima del "constante y prolongado arrojo ilegal de todo tipo de residuos". Y lamentó que, a pesar de los trabajos de limpieza realizados por el Municipio, donde se habían retirado tanques plásticos y residuos de grasa, "esta gente maldita volvió a contaminar", tirando nuevamente aceite y grasa.

Algunos días atrás, el mismo vecino había reportado arrojo de desechos en este perímetro de unos 100 metros que incluía decenas de bolsas de basura y cubiertas. Salas calificó la situación como "terrible" y enfatizó la falta de conciencia de la gente.

Además de los residuos convencionales e industriales, la preocupación se intensifica por otro reciente grave problema de salud pública y maltrato animal: el descarte de cadáveres de animales ocurrido hace unos meses en la zona

Había sido también en la calle Teresa de Calcuta. En esa ocasión, los cuerpos se encontraban "cuidadosamente embolsados". Había aproximadamente más de una docena de perros y gatos muertos, que presentaban signos de manipulación veterinaria, tales como catéteres, peladuras en sus extremidades y evidencia de haber estado en cautiverio. Esto ha llevado a descartar teorías como ritos de "macumba", y a enfocar las sospechas en prácticas indebidas de descarte por parte de clínicas o veterinarias.

Ocurrió en dos oportunidades entre agosto y septiembre, sin embargo, más allá de la intervención de Zoonosis en el asunto y de la ONG proteccionista SOS Can, la Justicia no ha logrado establecer el o los responsables de esta situación.