Trascendió recientemente que Diego Mazzolo, quien se desempeña como jefe de prensa del Zoológico de Luján, presentó una denuncia formal ante las autoridades de la Patrulla Rural y brindó su testimonio a La Posta Noticias respecto a un violento episodio de robo de ganado ocurrido semanas atrás, y el posterior intento de extorsión y campaña de difamación que lo ha afectado desde entonces
Según consta en la denuncia presentada ante la Patrulla Rural local, el hecho en cuestión tuvo lugar el día 6 de octubre a las 14 hs, cuando le fueron sustraídas cuatro vacas de un predio ubicado en la calle Victorino de la Plaza, en la zona de La Fraternidad.
Mazzolo relató a las autoridades el detallado rastreo que emprendió para recuperar sus animales, por el cual siguió las huellas que cruzaban la Ruta 7 en el paso a nivel El Potro. La búsqueda se extendió por cuatro horas, en compañía de su madre. Encontró rastros y pisadas que ingresaban a un campo cercano, donde intentó preguntar si habían visto pasar a alguien con vacas, recibiendo una respuesta negativa y de "mala manera".
Al salir del campo, notó que le habían cerrado la tranquera con candado, lo cual le resultó sospechoso dado que los rastros de sus animales entraban pero no salían. Tras avanzar cuatro kilómetros, regresó, revisando montes y tapetas, hasta que volvió a ingresar a la propiedad de donde lo habían tratado despectivamente.
Fue al llegar a un galpón, al que no le habían permitido acceder previamente, cuando se encontró con un individuo sentado en la puerta. Tras preguntar si había visto vacas, en ese momento un ternero que crió desde muy pequeño mugió. La situación escaló rápidamente: Mazzolo se trenzó en lucha con el individuo, quien lo atacó con un cuchillo. El joven relató que se defendió a golpe de puño hasta que el sujeto se escapó.
Una vez dentro del galpón, el denunciante encontró todos los ánimales, y todas las cosas necesarias para carnearlos y faenarlos. El mismo día del robo y la confrontación, Mazzolo logró regresar a su casa con sus vacas a eso de las 20.30 hs.
Hostigamiento y chantaje por redes sociales
Tras el incidente, desde las semanas subsiguientes, Diego Mazzolo y su entorno vienen siendo víctimas de una campaña de difamación y, principalmente, chantaje "para sacarme dinero que comenzó el mismo día que me robaron las vacas" le dijo a La Posta Noticias. Y reveló que el hostigamiento se concretó pocos días después.
"Me llega una llamada de un número privado a los 2 o 3 días, que me exigían cierta cantidad de plata, me pedían algo de 7 millones de pesos, para no escracharme", contó.
Los extorsionadores basaron su amenaza en el perfil de Mazzolo, ya que, según ellos, es una figura pública "por ser como me han catalogado muchos, el jefe de prensa del Zoológico de Luján a lo largo de de estos cinco años, y todavía sigo". El joven relató que se negó a ceder, les cortó el teléfono y no les dio importancia.
A raíz de su negativa, comenzaron los escraches con otras mentiras sobre el estado de salud del sujeto con el que se había enfrentado: "y empezaron estos escraches con mentiras de que el chico perdió el ojo, que perdió los dientes, que está fracturado. Y son todas mentiras, porque hoy vos cruzás por el centro de La Fraternidad y lo encontrás con los dos ojos, con los dientes, vas de noche y lo encontrás tomando cerveza ahí, en la plaza de La Fraternidad".
El empleado del zoológico de Luján enfatizó que la indignación proviene de ser víctima de un doble ataque, ya que o "te quieren robar por un lado o te quieren chantajear por el otro". Aseguró que quienes lo difaman no son "personas de bien", sino "solamente delincuentes que no me pudieron robar" y "que se agarran de heridas y pérdidas del cuerpo ficticias, como que uno le causó una incapacidad, y son todas mentiras para ver de qué manera pueden perjudicarme, de qué manera me pueden extorsionar tanto hasta que dé el brazo a torcer".
Mazzolo desafió a sus acusadores, señalando que si las pérdidas físicas que alegan fueran reales, la Justicia debería haber actuado, y él debería estar "o imputado o procesado". Para él, la razón de la inacción judicial es clara: "porque es todo una gran falacia, una gran mentira, inventada por cuatro personas, cuatro malvivientes, que para lo único que viven es para robar, para tomar y para drogarse, nada más".
Respecto a la confrontación, reafirmó que actuó en defensa propia tras ser atacado: "si bien me defendí como me defendí, fue porque él me atacó primero con un cuchillo después de robarme".
Para finalizar su diálogo con nuestro medio, y a pesar de las amenazas, Diego manifestó tener la "frente bien alta", y la "satisfacción de haber recuperado a mis animales, incluido el ternero que crié a mamadera". Señaló que el valor de sus vacas trasciende lo económico, representando un sentimiento y el recuerdo de haberse criado con ellas: "es un recuerdo desde muy, muy chiquito criarme con mi abuelo, con mi abuela, y entre medio de todas las vacas. Ya que lo que uno mama de muy chico, en la vida es muy difícil de largarlo".
