Levantador de pesas rodriguense ganó una competencia internacional y con récord incluido
Matías Gonzáles, deportista de 29 años oriundo de General Rodríguez, se consagró campeón mundial de Powerlifting en el reciente certamen disputado en la provincia de Corrientes. El joven, quien compitió en la categoría de más de 75 kg, no solo se llevó el máximo galardón, sino que lo hizo ostentando el récord mundial en sentadilla
La disciplina, que suele confundirse con el levantamiento de pesas olímpico (Halterofilia), fue definida por el campeón como el conjunto de "los tres básicos, que es la sentadilla, el banco plano y el peso muerto". El ganador se determina sumando el intento más alto de cada uno de estos ejercicios al total.
Mirá acá la entrevista con Matías Gonzáles para CLP
Matías Gonzáles ostenta una serie de marcas que demuestran la intensidad de este deporte. El Powerlifting, según él, maneja pesos mayores a la Halterofilia, ganándose el eslogan de ser "el deporte más fuerte del planeta".
Su logro más destacado es el récord mundial que estableció en sentadilla, donde levantó 247 kg con rodillera. Este récord fue obtenido recientemente, hace dos meses, en el torneo nacional. Sus otras marcas en competencia son igualmente impresionantes: 142 y 1/2 kg de banco (plano) y 265 kg de peso muerto.
El campeonato mundial fue un evento de gran magnitud, al que incluso asistió una leyenda del deporte como Ed Coan, de Chicago, quien tiene 73 récords mundiales. Matías relató que al lograr una marca significativa, la sensación es de asombro y de ir procesando el logro "en el momento, porque eso queda marcado".
El joven rodriguense entrena en el gimnasio Vulcano II de la ciudad y ha desarrollado una trayectoria que incluye: dos subcampeonatos nacionales (en Bariloche en 2023 y Buenos Aires en 2024), el campeonato iberoamericano en Neuquén, y el campeonato nacional en Córdoba. Actualmente, posee cinco récords nacionales y tres sudamericanos.
Gonzáles lleva unos 15 años entrenando específicamente la fuerza, aunque compite hace 5. Su disciplina requiere una rutina estricta de días divididos por ejercicio: "yo siempre lunes tengo sentadilla, miércoles banco plano, viernes peso muerto, y sábado banco plano". Los días restantes los dedica a la movilidad y el estiramiento.
Sobre la reacción de su familia y allegados ante los riesgos y el rigor del Powerlifting, Matías comentó:
"al principio como todos, se asustan, lo normal. Pero después con el tiempo ya se normalizó digamos, fueron aprendiendo también de esta disciplina".
El deportista, que además se dedica a la coordinación en un gimnasio del country Las Lajas, espera ahora el calendario del próximo año, ya que no tiene más competencias grandes por el resto de la temporada.