"Me lo podría haber matado a mi hijo": recibió un piedrazo en la camioneta cuando circulaba por calle Corrientes
Alejandro, un vecino lujanense, vivió momentos de extrema tensión durante la madrugada de este último jueves cuando, al regresar de la Clínica Güemes con su suegra al domicilio de la mujer en barrio San Carlos de General Rodríguez, fue víctima de un ataque con fines de robo en la calle Corrientes. El susto fue aún mayor porque en el asiento trasero viajaba su hijo de tres años, quien padece una enfermedad autoinmune
El incidente, que implicó el impacto de un gran "piedrazo" contra el parabrisas de su camioneta, es una modalidad delictiva que, según la víctima, pone en grave peligro a quienes circulan por la zona. El damnificado relató a La Posta Noticias los detalles del violento episodio que ocurrió cerca de las 4.30 de la mañana: "me dirigía desde la Clínica Güemes de Luján hacia la calle Corrientes y De Las Cuevas a llevar a mi suegra a su casa, cuando me impacta un piedrazo en el parabrisas de mi camioneta con fines de robo rompiéndome el parabrisas".
El vecino había salido de su casa el miércoles a las 21 hs porque su suegra se había descompensado. Tras acompañarla y esperar el alta médica cerca de las 3 de la mañana, se dirigía a la casa de ella, ubicada en dicha dirección, cerca de una iglesia evangélica.
Alejandro, cuya camioneta es una Ford Duty, doble cabina 4x4 que usa como "herramienta de laburo" para su trabajo con caballos, describió cómo los malvivientes preparan la emboscada. El objetivo del impacto es claro: "te los revolean, con la intención de que uno pare. Si te explota en el vidrio delantero, tenés que parar".
A pesar de que el impacto astilló el parabrisas, no se detuvo. "Me revienta el piedrazo contra el parabrisas de mi camioneta, obviamente que no paro, sigo, doblo, guardo la camioneta y vuelvo a pie caminando, a ver quién estaba o qué había y me encuentro con un montón de piedras que sacan del costado de la calle de tierra que ingresa para esa calle, y sacan los piedrones de ahí", indicó.
El aspecto más alarmante de la denuncia es la total ausencia de respuesta de las fuerzas de seguridad, a pesar de los reiterados llamados: "yo en el momento llamo al 911, que tengo todavía la llamada registrada. Me dijeron que iba a hacerse presente un móvil policial. Nunca fue". El vecino de Luján esperó sin éxito durante un tiempo considerable antes de decidir retirarse: "estuve casi 40 minutos esperándolo y, obviamente, que al no llegar, al no tener respuesta, me fui. Pero no pasé por ese lado, me fui por el otro lado, y salí a la ruta 24".
El riesgo de una fatalidad
El peligro de la situación se magnificó al considerar que en el asiento trasero de la camioneta viajaba el hijo de Alejandro, un niño de tres años que padece una condición de salud extremadamente delicada: "gracias a Dios no le pegó a la ventanilla trasera de la camioneta, que venía mi hijo. Yo tengo un hijo discapacitado y es un bebé encima, tiene 3 años y menos mal que no le pegó al vidrio de atrás, porque obviamente que el vidrio de atrás es más débil y lo hubiera roto".
Pero, más allá de esto, por la gravedad de la enfermedad de su hijo: "aparte mi nene tiene displasia esquelética, huesos de cristal, es una enfermedad que no tiene cura y él no se puede golpear con nada, ni siquiera tropezar y caerse porque se quiebra. Él ya tiene tres años y tiene dos fracturas ya, estuvo enyesado incluso. Así que un golpe de esos me lo mata en el momento".
Para finalizar, Alejandro hizo pública su denuncia para alertar a la comunidad sobre el riesgo en esa zona. Subrayó que la peligrosidad de los ataques puede tener consecuencias fatales, especialmente para peatones o niños: "quiero que saquen la noticia y que avisen que por esa calle están rompiendo parabrisas. Porque un día va a pasar una persona caminando, le van a romper la cabeza de un piedrazo, como para que la gente esté sabiendo que ahí están robando".