Ola de robos tipo escruche genera preocupación en barrio Güemes: "hasta duermen a los perros"
Una reciente ola de delitos bajo la modalidad de escruche mantiene en estado de alerta máxima a los vecinos de una zona del barrio Güemes, específicamente en lo que es Esmeralda entre Baradero y Avenida del Libertador. "Hay vecinos que dicen que hay como un aguantadero en la zona, y nos enteramos que duermen a los perros para entrar", dijo a La Posta Noticias Nancy S., una de las lugareñas
Los robos, que se han intensificado en las últimas semanas de noviembre y principios de diciembre, afectan a varias viviendas en la misma cuadra, generando preocupación sobre la metodología empleada por los delincuentes.
Nancy S., vecina del barrio Güemes, ha vivido en carne propia esta escalada de inseguridad y compartió su angustia con La Posta Noticias. La mujer relató que, si bien la inseguridad siempre fue una preocupación en la zona, ella nunca había sido víctima directa en los 6 años que lleva viviendo allí. Sin embargo, la situación cambió hace apenas quince días, según lo que denunció.
La cronología de los robos sugiere un patrón focalizado y reiterado: el viernes 21 de noviembre entraron a la casa de una vecina de Esmeralda y Florida, y el viernes siguiente, 28 de noviembre, fue su turno por Esmeralda y Guillermo Hudson. En ese momento, los ladrones sustrajeron una bordeadora. Días después, el martes 2 de diciembre por la noche, volvieron a entrar para llevarse una bicicleta que estaba atada. Acto seguido, el pasado viernes 5, una vecina de Esmeralda y Baradero fue víctima de otro robo, perdiendo una bomba sumergible recién instalada.
Los delincuentes han sustraído herramientas, bicicletas y otros elementos notorios. El foco de la preocupación de los residentes reside en la aparente sofisticación del método. Nancy manifestó su temor de que los ladrones estén utilizando sustancias para neutralizar las defensas de la propiedad, una idea que le resulta desconcertante ya que sus perros solían mantener alejados a los intrusos.
“Están entrando a mi casa, están entrando en la casa de los vecinos, me robaron una bicicleta, una bordeadora, un par de herramientas", afirmó la mujer. Sobre la sospecha del método de entrada, expresó: “antes, con mis perros, acá no entraba nadie, así que no sé si los sedaron o qué pasó”, algo que terminó confirmando luego con otros lugareños.
La situación ha obligado a los vecinos a extremar las precauciones, llevándolos al límite de la vigilia. "Estos días hice guardia todas las noches, estoy sin dormir, pero no puedo hacer eso todos los días tampoco", lamentó Nancy, señalando que vivir así "es una porquería".
La vecina también comentó que la inseguridad en el barrio ha "evolucionado", ya que anteriormente los ladrones supuestamente salían del propio barrio para cometer robos, mientras que ahora "ya no les importa más nada".
Frente a la escalada delictiva (y la fuerte sospecha de que podría haber un "aguantadero" cercano donde van a parar los elementos robados) los vecinos buscan la organización colectiva. Nancy hizo un llamado a la acción, considerando que la clave para enfrentar esta situación es la solidaridad y la vigilancia mutua: “creo que la unidad de los vecinos, tal vez el estar atento, pueda ayudar”. Por ello, planea estar en contacto frecuentemente con los demás afectados de la zona para "presentar una denuncia colectiva o si pedimos algún tipo de medida de seguridad de forma conjunta".

