Seguridad 19 DIC 2025

Crónica de un peligro anunciado: la joven con la afección mental que agredía chicos fue internada tras atacar a su abuela

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A semanas de que los padres de la Escuela Primaria N.º 13 de La Fraternidad advirtieran que la violencia descontrolada de una menor de 13 años podría terminar en una fatalidad en el colegio, la situación habría escalado dramáticamente este fin de semana pasado, cuando la joven habría atacado intentando estrangular a su abuela, trascendió del mismo barrio. Los vecinos reprocharían la pasividad del Servicio de Niñez ante un caso que podría haber terminado en tragedia. En el Municipio mandaron a pedir información a la secretaría de Prensa, la cual aún no llegó.

Vecinos del barrio, que prefirieron no identificarse públicamente (más fuentes que confirmaron el hecho luego), dieron certeza de que durante la mañana del sábado pasado, la joven que protagonizó múltiples incidentes de agresión en la escuela 13 habría atacado brutalmente a su abuela dentro del domicilio familiar, una situación que se habría desencadenado por una discusión por "la falta de una tarjeta SUBE", según trascendidos.

VIDEO DEL PROGRAMA DE AYER CUANDO SE TRATÓ EL TEMA:

De acuerdo con las fuentes, la situación habría sido tan crítica que la menor estaría ahorcando a la anciana, mientras se escucharían "golpes muy fuertes" contra la pared. La agresión solo habría cesado cuando la abuela logró escapar de la casa y refugiarse en el hogar de un vecino lindero. Según trasciende, este mismo vecino, testigo de los hechos, habría relatado que la menor la estaría ahorcando y golpeándola repetidamente contra la pared.

Advertencias ignoradas: La escalada de violencia

Este dramático suceso en el ámbito doméstico ocurre apenas semanas después de que decenas de familias manifestaran su profundo temor por la conducta de la menor en las aulas. Los padres habían denunciado públicamente la falta de acción de la Escuela Primaria N.º 13 y de las autoridades de General Rodríguez.

La menor, de 13 años, cuya conducta agresiva fue catalogada de "imparable" por los padres, ya había generado pánico tras rociar con alcohol etílico a varios estudiantes y amenazarlos de muerte, diciendo que "los iba a prender fuego" y que "los iba a matar a todos". Los padres ya habían advertido que la falta de respuestas efectivas podía terminar con algún "nene muerto".

Notas relacionadas:

(Recordá el contexto completo de las denuncias de los padres en esta nota: Preocupación en una escuela local: familias acusan a una menor de violentas agresiones a los alumnos) y (La escalada de violencia y las amenazas de prender fuego a los compañeros en este link: "Les dijo que los iba a prender fuego": crece el temor por la menor que atacó a alumnos en La Fraternidad).

Las denuncias ante la institución no solo hablaban de amenazas, sino de violencia física extrema, incluyendo "episodios donde la menor habría entrado con un cuchillo, agredido a profesores e incluso le habría quebrado la muñeca a una profesora". Los padres criticaron que la directora supuestamente "premiaba" a la menor con mercadería o galletitas para "calmarla", en lugar de elevar las actas correspondientes a las autoridades superiores.

La falla de Niñez: "Vienen y no hacen nada"

Esta agresión intrafamiliar, que habría puesto en riesgo de muerte a la propia abuela de la chica, es vista por la comunidad como la consecuencia directa de la ineficacia de los organismos estatales para intervenir a tiempo.

Muchos vecinos que habrían presenciado el hecho y asistido a la abuela, criticarían duramente al Servicio de Niñez, señalando que los agentes "vienen todos los días, pero no hacen nada". La situación es descrita como "un desastre, todos los días lo mismo", lamentando que la institución de Minoridad "no la llevan y no la tratan".

Es fundamental recordar que, si bien el Servicio de Niñez depende del gobierno municipal y por órdenes de la justicia. Los padres de los alumnos ya habrían sentido, en varias oportunidades, que las autoridades locales buscarían desentenderse de la grave situación escolar por no saber cómo resolverla.

Burocracia y Derechos: La complejidad del abordaje

La crisis actual reflejaría la lentitud, la burocracia y la mala resolución de los organismos competentes, en especial respecto a la comprensión de lo que significa el derecho a la protección de la joven, que al mismo tiempo tiene su derecho a ser cuidada. Fuentes cercanas al caso indicarían que la situación familiar es de gran complejidad, ya que la madre de la menor estaría detenida, y otros familiares, como un tío, tendrían problemas de adicciones, un contexto que exige un abordaje integral e inmediato.

Los vecinos señalarían que los agentes de Minoridad "vienen, miran y se van", un accionar que evidencia la ausencia de estructuras sólidas para resolver casos tan graves, donde se requeriría una internación inmediata, tratamiento y contención efectiva. A pesar de que la menor sería quien más ayuda necesita, la burocracia impediría aplicar las medidas de protección necesarias para evitar que ponga en peligro su vida y la de terceros. Incluso el hermano de la chica habría declarado que ella "necesita una ayuda".

La Sombra de la Inacción: La Deuda Histórica de Minoridad

El hecho de que la violencia escalara del colegio, donde ya habría puesto en riesgo a cientos de alumnos, a un intento de homicidio dentro de su propia casa, estrangulando a la persona que la cuidaba, pone en relieve la grave omisión estatal del Servicio de Niñez que no pudo brindar la contención necesaria a la menor, tal como lo habrían solicitado incluso sus propios familiares.

Finalmente, la menor habría sido convencida de ir al hospital bajo custodia policial, tras una intervención en el lugar del suceso. Sin embargo, la preocupación de la comunidad permanece: si el Estado no pudo proteger a los estudiantes de la escuela, ni a la familia de la menor en su casa, la falta de una acción terapéutica y legal efectiva y urgente sigue siendo un riesgo inminente para todos los involucrados.

La gravedad de la situación actual, que puso a la abuela al borde de la muerte, retrotrae a la comunidad a otras tragedias pasadas, como lo fue el caso de Brandon Loyza, donde la inacción de los organismos de Niñez fue señalada como un factor determinante. La falta de estructuras sólidas para abordar estos casos demuestra que el Servicio de Niñez sigue teniendo una deuda pendiente con la sociedad.

La demora de las autoridades ha permitido que la situación pase de ser un conflicto escolar grave a una emergencia social y criminal, donde la vida de la abuela, así como antes la de los niños, estuvo en peligro fatal. Si el Estado sigue mirando de reojo, el próximo titular podría ser, lamentablemente, la confirmación de la tragedia. (El recuerdo del caso Brandon y la deuda de Niñez: Un año sin Brandon: una tragedia que debe llevar a la reflexión).