Trascendió un violento robo a un ciclista rodriguense cuando volvía de trabajar
Fue el pasado sábado 13 de diciembre a eso de la 1 de la madrugada en la zona de las calles Ayacucho y Pueyrredón, barrio Villa Vengochea. La víctima es Lautaro Gargiulo, quien es aficionado al ciclismo y fue asaltado violentamente para quitarle su bicicleta
Un grave episodio de inseguridad, ocurrido el pasado sábado 13 de diciembre alrededor de la 1 hs de la madrugada en el barrio Villa Vengochea, pero que tomó trascendencia en estos últimos días. La víctima, Lautaro Ezequiel Gargiulo, un joven trabajador y deportista local, fue asaltado violentamente en la intersección de las calles Ayacucho y Pueyrredón tras finalizar su jornada laboral.
De acuerdo a lo que se supo, el hecho se desencadenó luego de que Lautaro saliera de trabajar y se dirigiera a un kiosco con un compañero para compartir una cerveza, como suelen hacer habitualmente los viernes por la noche. En ese lugar, divisaron a un individuo que estaba acompañado por otros sujetos; este sospechoso ya había intentado robarle al compañero de trabajo de Lautaro en una ocasión anterior, lo que motivó que ambos se alejaran del sitio para evitar conflictos.
Sin embargo, el delincuente esperó el momento oportuno. Cuando Lautaro se despidió de su colega para continuar su camino a casa, el agresor lo siguió, lo golpeó y le apuntó con un arma de fuego para sustraerle su bicicleta. Se trata de una Firebird de estilo mountain bike, rodado 29 y de color naranja, un rodado que el joven utilizaba no solo para trasladarse, sino también para competir en eventos deportivos de renombre como el Rally MTB Pilar.
En diálogo con La Posta Noticias, su madre Cecilia manifestó su profunda indignación ante la violencia del ataque y la falta de respuestas inmediatas. "Mi hijo se mata laburando para que un rastrero aproveche la ocasión, le pegue y le robe la bicicleta", expresó con dolor. La situación se torna aún más frustrante para la familia dado que el atacante ya ha sido identificado por los vecinos y los allegados a la víctima.
"Ya sabemos quién es y dónde vive", aseguró la mujer, quien además denunció que a los dos días del robo, el delincuente fue visto ofreciendo la bicicleta a la venta a la vuelta de su propia casa. A pesar de contar con esta información, la familia atraviesa un sentimiento de impotencia frente a la posibilidad de recuperar el objeto robado. "Yo sé que a la bicicleta de mi hijo no la voy a recuperar más, pero espero que hagan algo", concluyó Cecilia.
