Sociedad 10 AGO 2023

Prescribió la causa del triple crimen en General Rodríguez: qué dijo el hermano de una de las víctimas

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La causa tuvo distintas interpretaciones y a lo largo del tiempo reunió distintas pruebas que derivaron en la detención de algunas personas involucradas pero nunca se pudo definir quién estuvo detrás de este violento caso que tanto dolor dejó en estas familias.

Pasaron 15 años de aquel 7 de agosto de 2008 en el que secuestraron y mataron a Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina. Desde ese entonces hasta acá, la causa se desarrolló en medio de investigaciones sobre posibles intereses políticos hasta la participación de personal de inteligencia y la DEA norteamericana. Lo cierto es que nunca se pudo determinar quién fue el autor material de este caso conocido como el "Triple Crimen de General Rodríguez."

La ley argentina indica que el tope de tiempo para que prescriba una acción penal en este tipo de delitos es de 15 años, los cuales comenzaron a contar en 2008 y finalizaron este lunes 7 de agosto de 2023. Ahora la jueza federal María Servini no va a poder detener otras personas ni indagarlas ni llevarlas a juicio que hayan estado previamente imputadas por este tema. 

El principal sospechoso que tuvo este crimen fue el empresario Ibar Pérez Corradi, pero en abril de 2021 la jueza Servini dictó la falta de mérito. Previamente, en diciembre de 2012, los hermanos Lanatta y los hermanos Schillaci fueron condenados por esta causa a prisión perpetua por ser considerados partícipes necesarios de "privación ilegítima de la libertad y triple homicidio agravado con ensañamiento y alevosía". 

A su vez, a comienzos de 2016 tres de estos condenados protagonizaron un escape de película de la cárcel en la que se encontraban, ubicada en General Alvear, y luego recapturados en un sangriento episodio. A los pocos días, esta causa pasó a la Justicia Federal y fue María Servini quien se hizo cargo de este caso mientras investigaba una megacausa de tráfico de efedrina.

Al respecto de todo lo vivido, Diego Ferrón, hermano de una de las víctimas, le señaló a Clarín que "después de 15 años de investigar, saqué una conclusión: ¿A quién le convenía que esto terminara como terminó, que ya no pasara efedrina por Argentina? Hubo una especie de mensaje que se dejó en todos lados: 'Con esto no se jode'. La clave es entender quiénes se beneficiaron con la muerte de los chicos".

A su vez, agregó al mismo medio que "los mataron y se cortó el tráfico de efedrina. Hacía años que la DEA reclamaba que se cortara el tráfico, que iba mucho para México a Estados Unidos. Ocurrieron los crímenes y al mes y pico empezó la regulación en la Argentina del tráfico de efedrina. Lo que yo digo es que acá se armó algo que supera a los hermanos Lanatta y a los Schillaci (los cuatro únicos condenados por los homicidios). Siempre estuvo atrás el poder: 'servicios', ex policías o policías en funciones. Acá actuó una banda mixta, que tuvo apoyo".

Diego Ferrón indicó también que "los mataron estando arrodillados. A Forza le pegaron ocho tiros, a Bina y a mi hermano, dos en la cabeza y dos en el tórax. A Bina, además, le cortaron una oreja. A Forza le hicieron tragar cocaína. Los golpearon, los torturaron. Para nosotros pensar qué sucedió en todo ese tiempo, cuánto duraron vivos, cómo los torturaron... es bastante doloroso. Muchas noches me he puesto a pensar qué pasó".

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