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Seguridad Destacado 20 MAY 2017

El asesino, ya mató antes y su víctima, ya había sido apuñalado hace meses

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El horrendo crimen generado en la madrugada del domingo tuvo novedades interesantes respecto a antecedentes que se supieron del victimario y de una de las víctimas. El responsable de la salvaje agresión tiene en sus antecedentes un crimen del año 2001, mientras que el fallecido había recibido una puñalada a comienzos de este año y también en el torso.Mientras se aguardan novedades respecto de la salud de Nicolás Taborda, que había quedado muy malherido con lesiones cortantes, aún resuenan los comentarios respecto del dolor causado en la sociedad por la muerte de su hermano menor Maximiliano (25), que perdió la vida minutos después de recibir una puñalada en la parte superior del tórax, encima del corazón, que habría generado una perforación del pulmón. De todos modos, aún se aguardan más datos que se obtendrán de la autopsia del joven, la cual ya fue realizada.Pero lo que más sorprendió por estas horas, no fue la investigación en curso del hecho ocurrido el domingo, sino que el único detenido (la causa lo señala como único responsable), es un hombre de 31 años con frondoso prontuario, incluido otro crimen brutal, pero cuando era todavía un adolescente. A partir de los primeros datos (la información completa es difícil de conseguir por ser una causa muy vieja que radica en Mercedes), se supo que Conrado Vizgarra, hoy de 31 años, ya había estado preso por robo calificado y previamente tenido una condena por asesinato a un peregrino en el 2001, cuando era menor de edad. Según testimonios que llegaron a nuestro medio de parte de vecinos de su barrio, La Fraternidad, él siempre tuvo malos tratos y problemas y algunos lo señalan como responsable de más robos, indicando que con un grupo de otras personas, gustaba de “chetear” (robar a gente “cheta”) y jactarse de ello. Claramente la gente de su barrio teme por las acciones de este sujeto y de sus amistades, aunque alguien aclaró que “parte de su familia es de trabajo”.

Cómo fue el homicidio del 2001:

Primer recorte del asesinato que luego le adjudicaron a un Vizgarra que era aún menor. Primer recorte del asesinato que luego le adjudicaron a un Vizgarra que era aún menor. Según lo consultado, que todavía podría ampliarse de conseguirse más detalles, a Vizgarra lo encontraron culpable del asesinato de un peregrino que se había alejado del grupo con el que iba el 6 de octubre de 2001. Se trataba de un NN que apareció golpeado y con un tiro en la cabeza, que cinco días más tarde fue reconocido por amigos con los que peregrinaba. Allí se estableció que se trataba de Mario Ángel Scarinci, un hombre de 42 años de la localidad de Berisso. El entonces comisario Martín, titular de la Comisaría 1°, logró testimonios de vecinos que pudieron confirmar que habría sido en ocasión de robo cuando el peregrino se alejó del grupo para orinar. Esto fue a la altura de la Parada "El Potro", a metros de la Ruta 7. Cuando llegaron a Vizgarra, el victimario tenía 17 años, de modo que no quedó preso, pero unos años después (se estima que sería el 2006), lo detuvieron de nuevo por otro robo calificado y tomando el antecedente de su crimen, allí sí quedó preso, situación que habría mantenido hasta 2013, cuando lo liberaron. Vecinos aseguran que lejos de aprender alguna lección, Vizgarra seguía en la misma vida de delincuencia y violencia. Sin dudas este caso dará para más preguntas, como tantos otros que suenan a que se podrían evitar, si el sistema de justicia y el carcelario tuvieran un mínimo de efectividad en recomponer la vida de los sujetos que se tienen que reinsertar en la sociedad. Esto también sirve para ver que cuando se asegura que "Rodríguez se puso feo", que esta situación puede haber empeorado, en especial porque vive el doble de gente que en 2001, pero ya desde esa época pasaban cosas aberrantes con jóvenes que habían perdido el rumbo y que 16 años más tarde, siguen generando daño. Lo que da para pensar en los miles de chicos que hoy son adolescentes sin rumbo, algo así como un campo sembrado de futuros delitos graves.

El fallecido ya había sido herido de manera muy similar este mismo año:

En otro confuso episodio, la víctima fatal del domingo había padecido una circunstancia llamativamente parecida en cuanto a la lesión y un conflicto callejero. A sus 21 años, Maximiliano, uno de los menores de varios hermanos, había pasado una situación límite en enero de este año cuando en circunstancias poco claras lo hirieron con un arma blanca en el torso, situación que casi le costó la vida. La lesión recibida ya fue chequeada, pero aún es poca la información constatada respecto de este hecho. Según lo que se consultó, habría una causa que se archivó, dado que el joven no declaró lo sucedido, aunque hubo gente que habría dado la versión de que lo que pasó fue porque habían ido a comprar estupefacientes al barrio Agua de Oro, que ya tiene decenas de notas respecto de cómo es prácticamente el epicentro del narcotráfico en Rodríguez. De todos modos se aclaró que los hechos de enero pasado (sería del 3 de enero la primera puñalada que recibió), no tienen relación alguna con el imputado, de modo que son una mera y trágica casualidad que en ambas circunstancias, separadas por apenas algo más de cuatro meses, a Maximiliano lo hayan apuñalado en el torso. La segunda resultó ser fatal.

Dolor en Barrio San Martín y ¿rumores de “venganzas”?:

Semanario "La Hoja" de la semana siguiente al primer asesinato, en el 2001 Se dijo en las últimas horas que algunas personas del barrio y otras que vinieron a despedirse de los restos de Maximiliano, habrían jurado “venganza por el Chita”, incluso más allá de si se obtiene justicia en cuanto a una larga condena para Vizgarra. Por el momento, son rumores, pero en ciertos submundos y conociendo la permeabilidad de algunos sistemas carcelarios, habría que tener en cuenta este tema para el futuro.

Editorial: La muerte, como producto industrial de la justificación de nuestra sociedad de sus males

Más allá de este caso puntual, el tema de la violencia entre jóvenes parece desbordado. En los últimos meses se viene hablando mucho (y con razón) de la gravedad de la cantidad de femicidios ocurridos en el país, con una cifra que ha aumentado, aunque a veces no quede muy detallada la estadística, pero habría que mirar también este tipo de crímenes entre jóvenes varones, que sorprendería y mucho si se presta la atención debida. Durante la juventud, es muy probable que si sos varón, mueras de manera violenta. A manos de otro varón, seguramente. No es raro tampoco que los mismos causantes de estos hechos, luego terminen siendo un alto porcentaje de los hechos de violencia doméstica. Quien es violento en un lado, muy probable es, que lo sea en los demás lugares de su vida.Lo cierto, es que mientras muchos subestiman la influencia de drogas y alcohol, la “cultura” de “la vagancia”, hay una relación muy cercana entre estas sustancias, la vida en marginalidad y una sociedad sin rumbo con un sistema que nada hace para aislar a estos elementos de la convivencia y mucho menos por prevenirlo, del mismo modo que muchas personas hablan de partes del problema pero no del conjunto. Mientras no pasó nada, “no pasa nada”. Cuando pasa, “es culpa del otro”. Finalmente, cada opinión parece vertida al mar, sin una canalización de nada. Simplemente es un mar de personas e instituciones negando cualquier tipo de responsabilidad. Ni el Estado se hace cargo (se tiran la “pelota” entre la justicia, la política y la policía), ni la mismísima gente reflexiona. Mal presagio, no sólo para lo que ya se vive, sino para lo que vendrá. Días atrás un joven posteó en las redes una foto de un menor que le había intentado robar la moto, luego de que la policía (Comisaría 2°) lo capturara. Amén de la cantidad de gente que hablaba del menor como una especie de “residuo” social, el mismo que lo “escrachó” (cuestión ilegal también) tiene fotos de piruetas en moto en lugares no permitidos y sin elementos de seguridad. ¿No hay riesgos de matar o matarse en esos descuidos? Alguno dirá “lo que haga con su salud no debe importar, a diferencia del nene que roba”, pero en realidad, son dos elementos de la misma sociedad perdida, alejada de cualquier proyecto y del respeto por las normas y por sus propias vidas. Otro sale y dice ¿Y los padres? Y los padres están en otra cosa, ya sea por un mar de problemas o por su intento de justificar lo que hacen mal. En ese mar de mediocridad, seguimos perdiendo vidas. Vidas por las cuales luego marchamos, lloramos, pero que nunca aprendemos. La muerte de ayer no se traslada al accidente/brutalidad de mañana y los pueblos que no aprenden la lección, están condenados a repetirse. Y empeorarse. ¿Seguiremos buscando culpables afuera o empezaremos por casa? ¿Qué hace usted para que en su familia quede un ejemplo mejor? Mirar para adentro, luego accionar afuera. Estos hechos sólo se irán bajando si se cortan los comportamientos desde su origen. Cada vez que se dice “esto no pasa nada, peor es lo del de más allá”, o “y bueno, todo está mal, qué se le va a hacer, los chicos son buenos”, la muerte se arrima un pasito.
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