Seguridad 20 ABR 2021

"Por el perro del vecino tengo miedo de salir al patio de mi casa"

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Lo dijo Natalia Losino, de 46 años, vecina de la calle Nicaragua en el barrio Altos del Oeste. Denunció que el miércoles 14 de abril, el perro de sus vecinos ingresó a su propiedad, mató al suyo y la mordió en la mano. Acusa a los dueños del animal, una hembra raza pitbull, de no querer atarlo ni cerrar el perímetro de su domicilio y también de amenazarla luego de lo ocurrido.

Natalia comentó a La Posta que radicó la denuncia penal en la Comisaría 2° de Malvinas. "Tuve que ir varias veces. No me querían tomar la denuncia porque era un 'problema de perros'. Me acerqué a la Comisaría 1° y un oficial muy amable los llamó para pedirles por favor que me la tomaran, y lo hicieron. Tengo miedo, no sólo por el perro sino porque los vecinos me amenazaron de muerte", explicó.

De acuerdo a lo que pudo constatar este medio de la denuncia que radicó la víctima, ya había manifestado en otras ocasiones el peligro que constituía que el pitbull estuviera suelto en la casa del vecino cuando ya había mordido varias veces el alambrado perimetral e intentado pasar. El miércoles 14 de abril, a través de un pozo por debajo del mismo, lo logró: mató a su perro raza Yokrshire y la mordió en un dedo de su mano.

"Tuve que llevar a mi perro a una veterinaria de guardia en Moreno y pagar de mi bolsillo para que lo sacrificaran porque las heridas lo habían dejado en agonía. Las curaciones y remedios por mi mordida, me los pagué yo. Nadie se hizo cargo. Al pitbull se lo llevaron pero desde Zoonosis me dijeron que pidieron que lo traigan nuevamente para hacer controles al animal y tengo miedo porque si lo dejan suelto puede volver a pasar a mi patio", dijo Natalia, que vive en su vivienda junto a dos hijos menores.

Tras consultas a la Dirección de Zoonosis municipal, La Posta pudo saber que la intervención del área es la de controlar durante diez días si el animal tiene rabia u otras enfermedades y, a través de eso, establecer si se debe vacunar a la víctima de la mordida. Sin embargo, su intervención no tiene injerencia en la preocupación de Natalia de que el perro vuelva a estar libre en su casa con la posibilidad de volver a pasar a su patio. "Yo sé que mi herida en un dedo es leve, pero la próxima me puede matar a mí o a mis hijos. Yo no quiero perder mi tiempo ni hacer lío en vano. Mi preocupación es real. Quiero poder seguir con mi vida, tranquila de que dentro de mi casa no va a pasar nada".

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