El nuevo cuartel de Bomberos, bajo otra polémica que inició el desorden municipal
Luego de un conflicto de más de tres años y medio por el proyecto de mudar el cuartel de Bomberos al Monte del Hospital Vicente López, la nueva ubicación elegida para construir la sede de la institución que fue confirmada por el intendente en febrero, también trae aparejados varios problemas que trascendieron.
La necesidad de mudar el cuartel de los Bomberos Voluntarios de General Rodríguez es una realidad insoslayable, pero en 2021 cuando se aprobó la construcción en el Monte del Hospital se generó un conflicto que duró más de tres años y medio y tuvo la creación de un grupo de vecinos que defendió el espacio verde del predio del Hospital Vicente López y logró, después de muchos idas y vuelta técnicos, institucionales y hasta legales, que el Municipio y los Bomberos desistieran y buscaran otro lugar.
Fue así que, en febrero pasado, el intendente Mauro García reveló que el nuevo cuartel se construiría en inmediaciones del Corralón Municipal (ubicado sobre la calle Teresa de Calcuta), en una parcela dentro del predio. Sin embargo, esta decisión está dentro de una trama de desorden e irregularidades de la estructura de esa área municipal que tiene a un grupo de empleados muy disconformes y con miedo a perder sus puestos de trabajo.
Según lo que trascendió desde dentro del Corralón Municipal, el clima allí para una parte de la nómina está tenso. Es que trabajadores denuncian que el área se encuentra a la deriva, dado que un grupo del personal "viene de ATILRA" y otro son empleados de carrera que llevan ya muchos años. Según remarcan, hay discriminación en el trato entre los que están "apadrinados" por el gremio lechero respecto de los que no lo están.
En ese sentido, dicen que "a los de ATILRA les dan las herramientas que necesitan y trabajo para hacer" pero a los otros "no les asignan ninguna tarea, los tienen semanas sin hacer nada y no les arreglan las herramientas. Creen que planean despedirlos". Además, remarcan que hay un abandono de los espacios de trabajo y descanso, incluyendo los dos galpones de la esquina de la calle Teresa de Calcuta, donde "uno está lleno de mugre y fierros de los patrulleros rotos y el otro no tiene mantenimiento ni el baño que usan". Además, los camiones "se funden frecuentemente porque tampoco tienen mantenimiento".
Los empleados aseguran que días atrás les revelaron que esos galpones serían demolidos para la instalación del nuevo cuartel de Bomberos y que les prometieron que les pondrían containers en un sector del predio contra el complejo de ABSA donde "años atrás se enterró mucha basura y se tapó con tierra, siendo el terreno muy inestable para colocar algo ahí". Se quejaron de la falta de acción de los gremios estatales y señalaron que planean llevar adelante medidas de fuerza para oponerse a la demolición de esos galpones.
El área del Corralón, donde en un extremo funcionan las oficinas administrativas y también las de la Dirección de Licencias de Conducir, también tiene el triste paisaje permanente de una quema de basura dentro de su predio, cuyo humo molesta todos los días a los vecinos de la calle Camino a Navarro.
