Seguridad 25 NOV 2025

Hallaron a un joven muerto en plena vía pública en el barrio San Carlos: habría sido masacrado por vecinos

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Investigan un ataque grupal que terminó con la muerte de un joven de 28 años en un barrio atravesado por conflictos, abandono y hechos extremos que anticipaban una tragedia.

Un brutal homicidio conmociona al barrio San Carlos luego de que el último domingo por la noche la Policía encontrara a un joven tendido muerto en plena vía pública. El hecho ocurrió en calle General J. Balcarce, entre General Lavalle y General Carlos de Alvear, en el citado barrio de General Rodríguez.

Cerca de las 20:50 horas del domingo 23 de noviembre, tras un llamado al 911, personal policial llegó al mencionado punto, donde encontró a un joven boca arriba, con golpes visibles en el rostro y sin respuesta a estímulos. Vestía buzo verde con capucha, pantalón jogging negro con tres rayas blancas y zapatillas negras con blanco.

El fallecido fue identificado como Lucas Daniel Alanis, de 28 años, domiciliado también en el barrio San Carlos. Minutos después, una ambulancia constató oficialmente la muerte.

En el lugar comenzaron a reunirse familiares, vecinos y testigos. Allí, uniformados entrevistaron a dos supuestos allegados, quienes habrían relatado que unas 20 personas habrían ido minutos antes a la casa de Alanis, exaltados y gritando amenazas.

Este grupo de personas lo habrían atacado a puños a Alanis dentro de un domicilio -aún no se constató si se trataba del suyo o de otra persona-, al tiempo que un masculino se habría subido sobre él y lo habría estrangulado. Luego, lo retiraron del domicilio en cuestión arrastrándolo hasta la calle y le habrían vuelto a pegar, tras lo cual lo dejaron tirado ahí. Según declararon, el grupo exigía que Alanis “entregara lo que se había robado” y hasta habrían amenazado con prender fuego la vivienda y “matarlo” si no devolvía una garrafa.

Los testigos no pudieron aportar identidades precisas, pero aseguraron que “saben dónde viven” los presuntos agresores y creen que serían los responsables del homicidio. El hecho quedó caratulado como “Homicidio en concurso premeditado de dos o más personas” y la Justicia intenta determinar quiénes participaron del ataque.

Este lunes, 24 de noviembre, se realizó un allanamiento fiscal en busca de armas, hierros, palos o vestimentas que pudieran estar vinculadas al ataque, pero el resultado fue negativo.

En estas horas, la Justicia, autopsia mediante, busca determinar si la muerte fue producto de los golpes, lo que implicaría a múltiples agresores; o si hubo estrangulamiento, lo que podría apuntar a un responsable directo.

La investigación continúa para identificar a todos los participantes del hecho y esclarecer qué ocurrió en las horas previas al homicidio.

Un barrio atravesado por conflictos, abandono y hechos extremos que anticipaban una tragedia

En los últimos años, distintas zonas del barrio San Carlos se han convertido en un foco de conflictos sociales, hechos violentos y problemas estructurales que vienen escalando sin respuestas claras. Parte del inconveniente se concentra en un sector de viviendas construidas mediante un plan estatal, donde desde hace tiempo se registran episodios graves, también está la conocida situación de "la chanchería", donde en su momento se arrojó un cuerpo para que fuera devorado por los animales con el fin de evitar que quedaran rastros.

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La combinación de abandono municipal, falta de mantenimiento y calles de difícil acceso -ubicadas en un límite entre lo rural y lo urbano- hizo que muchas familias, con y sin documentación, se instalaran en una zona que no estaba preparada para absorber tal crecimiento. La llegada de nuevos habitantes y la convivencia con vecinos históricos generó tensiones que derivaron en un choque cultural profundo, fuera del alcance de la contención estatal, policial y judicial.

A ello se suma el aumento de conflictos cotidianos: discusiones entre vecinos, hurtos menores, peleas de vieja data y casos en los que algunas familias, cansadas de denunciar sin obtener respuestas, optan por resolver los problemas por su cuenta. Muchas veces las denuncias quedan sin efecto porque quienes las realizan sienten que “no pasa nada” y, en otros casos, directamente no se denuncian porque los involucrados no tienen intención de activar el sistema judicial.

En este contexto, el reciente homicidio expone crudamente esa acumulación de tensiones.

Mientras tanto, el barrio vuelve a quedar en el centro de la escena, marcado por su frágil equilibrio y por la ausencia prolongada del Estado en todos sus niveles.